Biólogos para un futuro sostenible

25-09-2021
Medioambiente | Quiero que sepas
Ojalá, República Dominicana
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Desde la primera década del presente milenio, la Biología es la ciencia clave para resolver los problemas más importantes de la humanidad.

La innovación bioinspirada está a la orden del día, no sólo en los biomateriales, sino en la misma evolución y el proceso de adaptación de los organismos vivos, no sólo para imitar los procesos, sino para buscar soluciones a problemas actuales como reducir nuestro consumo y la forma en que producimos lo que necesitamos. Por ejemplo, la electricidad de flores o celdas fotoeléctricas que funcionan con pigmentos fotosensibles de plantas. Esto es bioingeniería, en la que una química uruguaya, Ana María Cerdá, se basa en el conocimiento ya sistematizado por los botánicos y bioquímicos sobre los pigmentos de plantas nativas del Uruguay, y produce electricidad en la Antártida. Nada más sostenible.

El biólogo molecular Juan Pablo Tosar y su equipo, uruguayos también, logran encontrar ribosomas fuera de las células y describen nuevas características del ARN que ahora es tan importante cuando los virus, se calcula, pueden derramarse hasta cuatrocientas mil veces en un año desde sus reservorios animales.

La Nanobiología, tanto por su estudio de nanopartículas de biomoléculas y nanomáquinas para intervenciones a nivel celular, son también ya parte del presente que ha hecho posible la Biología Molecular. También la producción de energía a partir de virus y bacterias es parte de esta nueva disciplina.

Los ecólogos urbanos estudian la adaptación y evolución de la biodiversidad en las ciudades donde hemos acelerado la evolución de nuevas especies, adaptadas especialmente al entorno urbano y que sólo los biólogos tenemos las herramientas para conocer su importancia en el futuro inmediato.

En este entorno de pandemia en medio de la peor crisis ambiental y climática que enfrenta la humanidad, la Biología y los biólogos son indispensables para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), pero, al parecer, ni nuestras autoridades gubernamentales ni las académicas se han dado cuenta de ello.