Un pagaré para las azoteas

05-04-2022
Literatura
Ojalá, República Dominicana
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Les debo a las azoteas

de La Habana varias cosas:

un poema a las esposas

que tienden la ropa, reas

de domésticas tareas,

diosas de agua, harén de espuma:

la melancólica suma

de estancadas tradiciones.

Manos húmedas, canciones

con que el aire se perfuma.

Les debo a las azoteas

versos de comas mojadas,

palabras recién lavadas,

rimas, silencios, ideas.

Altar de piedras ateas,

sucia y loca geometría

de secular poesía:

polvo, tragantes, palomas,

tiempo en todos los idiomas,

mística y melancolía.

Debajo de cada una

¿qué pareja estará usando

la piel, y cuál esperando

que abra sus cuartos la luna?

Azoteas: no hay ninguna

que no merezca un poema:

aquélla que los pies quema,

ésta que los humedece,

esa otra que un mar parece

donde la nostalgia rema.

Debajo están la ciudad,

la familia, los insectos,

el polvo con sus proyectos

de silencio y soledad.

Debajo está la otra edad

de la casa, el maquillaje

de las paredes. No traje

para cantar otra cosa

que esta mirada ruidosa,

líquida como el paisaje.

Nosotros, y la mujer

que tiende la ropa y canta.

Nosotros: última planta.

Nosotros: anochecer.

Deudas que empiezo a romper.

Sábanas que bate el viento.

Palomas, rejas, cemento.

Mano zurda que te escribe.

Azoteas: se prohíbe

reproducir el momento.

Alexis Díaz-Pimienta, poeta, decimero y escritor cubano.