El desarrollo rural no llegó, tuve que bajar

24-10-2025
Literatura
Ojalá, República Dominicana
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La imagen que alguien captó describe un paisaje templado, pero es mucho más profunda.

Es la comunidad de El Higuito, en San José de Ocoa, incrustada a más de 1,000 metris en la cordillera Central.

Allí pasé mi niñez y parte de la infancia, rodeado de recuerdos vívidos: el rocío del cafetal, la caricia húmeda de la yerba guinea del camino real, en mi piel, el canto del «julián chiví» y el matiz de las carolinas y las amapolas.

Hace más de 45 años, lo dejé atrás buscando un futuro mejor.

La Nada, de Atreyu, borró todo. Muy pocos de mi generación quedan por ahí. La carretera sigue siendo de tierra.

Anhelo una mejor distribución de la riqueza que promueva un desarrollo rural sostenible, reduzca la migración, evite el hacinamiento y la pobreza en las urbes.