Cinco facetas desconocidas de Federico García Lorca
El poeta y dramaturgo español Federico García Lorca, uno de los genios de la literatura del siglo XX, fue considerado como el maestro granadino, con diversas facetas que han exaltado su legado durante años.
Acabada de terminar su obra La casa de Bernarda Alba, y a solo dos meses de cumplir los 38 años de edad, llegó su encuentro frente a frente con un pelotón de fusilamiento en el barranco de Víznar.
Su cuerpo, que jamás fue recuperado, descansa en una fosa común anónima, posiblemente cerca del mismo lugar de su muerte. Pasó a la historia como uno de los artistas españoles más talentosos del mundo.
García Lorca nació en Fuente Vaqueros, Granada, el 5 de junio de 1898, y murió en plena guerra civil española el 18 de agosto de 1936.
1. Primero la música
Federico García Lorca, antes de publicar su primer libro en 1918, Impresiones y paisajes, era para su familia y sus conocidos un prometedor intérprete y pianista. Mantuvo a lo largo de su vida un gusto inmenso por la música y trabajó como pianista en la grabación de discos.
La obra musical más divulgada en la que participó fue en la grabación del disco de canciones populares cantadas por Encarnación López Júlvez, La Argentinita, fechados en torno a 1932. Con esta cantante Lorca grabó al piano un total de diez canciones repartidas en cinco discos de 78 revoluciones por minuto.
Su obra, por otro lado, está plagada de referencias musicales, desde la poesía hasta sus trabajos dramáticos.
2. Cultivar la prosa
Es muy desconocido por el público en general que su primera obra publicada fue en prosa. Se trata del libro al que acabamos de hacer referencia, Impresiones y paisajes.
Esta obra en prosa relata su paso por Castilla, Galicia y Andalucía gracias a los viajes organizados por uno de sus profesores de Universidad, Martín Domínguez Berrueta. Una rareza en la producción juvenil de Lorca, pues precede al resto de sus obras y en ella asoman ya muchos de los temas que llevará a la poesía y al teatro tiempo después
Un primer libro al que Federico se mostró toda su vida reacio a referirse. Más adelante en su vida utilizó la prosa como un recurso, pero no volvió a escribir en prosa, pues afirmaba que esta forma de escritura literaria no le pertenecía como le pertenecían la forma lírica y la forma dramática.
3. Las conferencias
De sus múltiples facetas, hay una que rara vez se menciona y es, por ello, quizás la menos conocida. Además de músico, poeta y dramaturgo fue un conferencista admirable.
Increiblemente dictar conferencias no era, para Lorca, una actividad esporádica sino una práctica profesional. Además de en numerosas ciudades españolas, también pronunció conferencias en Argentina y los Estados Unidos y Cuba.
Sin embargo, como hombre de teatro y de la poesía mantenía un estilo en sus intervenciones que se diferenciaban de los comportamientos clásicos en este tipo de encuentros. Jamás improvisaba y le intentaba impregnar lo que él llamaba «sabor» a la oralidad para cautivar tanto la mente como el deleite de su audiencia. Por ejemplo, en la lectura pública de su romancero gitano, Lorca inicia con estas palabras:
«Yo sé muy bien que eso que se llama conferencia sirve en las salas y teatros para llevar a los ojos de las personas esas puntas de alfiler donde se clavan las irresistibles anémonas de Morfeo, y esos bostezos para los cuales se necesitaría tener boca de caimán.»
4. Incursión en el cine
Una figura tan polifacética como Lorca no podía haber escapado del incipiente y prometedor cine de la época. Viaje a la luna es la única inmersión formal de Lorca en el séptimo arte. Fue escrito durante su estancia en Nueva York
El guion era una obra profundamente surrealista que estaba compuesto de 72 secuencias y cada una de ellas albergaba una metáfora, una imagen singular. En el texto se pueden leer frases como: «Caleidoscopio en el que cien peces saltan o laten en agonía» o «cabeza asustada que mira un punto fijo y se disuelve sobre una cabeza de alambre con un fondo de agua».
Estos escritos fueron descubiertos en 1989 en Oklahoma (EE UU), sin embargo, no se llevaron a la pantalla hasta que el artista Frederic Amat decidió emprender un viaje al universo del poeta y realizar el fime de casi 20 minutos en el año 1998.
5. La pintura en su vida
Otra fe las facetas desconocidas del poeta fue la pintura. Su amistad con Salvador Dalí alentó su talento como dibujante y lo animó a interesarse por la pintura moderna y las vanguardias. Llegó incluso a exponer sus dibujos en las galerías Dalmau de Barcelona.
Al igual que en la poesía, en sus dibujos destacó el uso de las metáforas, su visión dramática, el amor, el sexo, la muerte y el destino. Como no odia ser de otra forma, la utilización de símbolos es abundante en su obra.
Esa producción pictórica fue muy amplia y apareció, principalmente, en la confección de decorados de sus montajes teatrales, en las cartas y tarjetas postales que escribía a familiares y amigos, en las dedicatorias de sus libros, así como ilustrando sus poemas.