Considerado uno de los escritores fundamentales del siglo XX en lengua española, Alejo Carpentier fue un cubano que nació en Suiza al día siguiente de la Navidad de 1904. Su padre, arquitecto francés. Su madre, profesora rusa.

Entre esa mezcolanza de culturas, Alejo se crio en La Habana, adonde fue a para la familia por disposición de su progenitor, el arquitecto Georges Julien Álvarez Carpentier, quien encontró en Cuba el lugar perfecto para vivir: una nación incipiente que le permitiera huir de la decadencia europea de principios de siglo.

Su desarrollo se da entre los barrios habaneros, habitados, como él mismo describió, por «hombres mal nutridos, cargados de miseria, mujeres envejecidas prematuramente; niños mal alimentados, cubiertos de enfermedades».

La educación que imprimieron sus padres en su niñez-adolescencia y sus inquietudes le permitieron, ya joven, trabajar como periodista y narrador de historias, cimientos de lo que posteriormente serían genialidades literarias, hasta llegar a formar la categoría Real Maravilloso.

Viajes a México, Haití y otros países; vida en Cuba, Venezuela y Francia. Así fue la vida de Alejo Carpentier. Una de sus obras más destacadas es «El reino de este mundo», una novela publicada en Cuba en 1949 que trata sobre la Revolución haitiana.

En la obra expone su visión de lo Real Maravilloso, esto es, la creencia de que lo extraordinario no tiene por qué ser hermoso o feo, sino novedoso, insólito… es decir, tener la cualidad de asombrar a las personas al salirse del molde de las normas preestablecidas.

A continuación, compartimos «El reino de este mundo» de Alejo Carpentier, el real maravilloso.