Un día nacional e internacional para las personas con discapacidad

03-12-2021
Inclusión
Ojalá, República Dominicana
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¿Por qué se conmemora el 3 de diciem­bre el Día Nacional e Internacional de las personas con discapacidad?

El Día Internacional de las Personas con Discapacidad fue declarado en 1992 por la Asamblea General de las Naciones Unidas mediante la resolución 47/3. El objetivo es promover los derechos y la inclusión de las personas con discapacidades en todos los ámbitos de la sociedad y el desarrollo, así como concienciar sobre su situación en todos los aspectos de la vida política, social, económica y cultural.

Esta resolución se emitió al concluir el Plan de acción mundial en favor de las personas con discapacidad, aprobado un decenio antes, justamente el 3 de diciembre de 1982, en la 37va. reunión de la ONU, mediante resolución 37/52. El mismo, ha si­do el primero y sumamente valioso aporte en favor de todas aquellas personas en el mundo que enfrentan barreras para moverse, comunicarse, educarse y trabajar.

El 28 de noviembre del 2002, mediante decreto núm.925-02, firmado por la vicepresidente Milagros Ortiz Bosch, se declara el día 3 de diciembre como “Día Nacional de la Discapacidad”, en todo el territorio de la República, en el entendido de que el Estado dominicano reconoce a las personas con discapacidad como entes jurídicos en igualdad de deberes y derechos constitucionales y civiles, que aquellas que no presentan discapacidad.

¿Por qué necesitamos un día para conmemorar las personas con discapacidad?

Porque, a pesar de los avances en el marco legal, entre los cuales destacamos la aprobación de la Convención sobre los Derechos de las Personas con discapacidad de la ONU y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, permanecen a lo largo y ancho del mundo y de nuestro país, situaciones de desigualdad que desfavorecen a las personas con discapacidad, quienes constituyen alrededor del 15% de la población mundial.

Las personas con discapacidad enfrentan barreras físicas, comunicacionales y actitudinales que limitan sus posibilidades de educarse, contar con servicios de salud de calidad, conseguir un trabajo digno, tomar sus propias decisiones y vivir una vida independiente y feliz.

Para que se sigan derribando barreras y construyendo oportunidades de inclusión y participación, se necesita el compromiso de toda la sociedad, autoridades centrales y locales, empresas, agencias de cooperación internacional, personas con discapacidad, sus familias y la sociedad en general. La inclusión es compromiso y responsabilidad de todos. Porque los avances logrados en los últimos años han dado muestra de los efectos positivos del círculo virtuoso de la inclusión de las personas con discapacidad que se reflejan a nivel individual, familiar, social y de desarrollo.

Una persona con discapacidad incluida es una persona con mayores niveles de autonomía, mayor autoestima y más feliz. Deja de ser una carga para su familia y aporta al bienestar de la misma, al mismo tiempo que aporta al desarrollo de país. Una sociedad que practica la inclusión se vuelve más consciente de las barreras y prejuicios que afectan la participación de este grupo, se responsabiliza y propicia la creación de oportunidades para todas las personas, para que nadie se quede atrás.

¿Qué queremos lograr?

Queremos una sociedad basada en la inclusión, sin barreras físicas, sociales ni actitudinales. Quere­mos participación para fortalecer la democracia. Queremos para las personas con discapacidad, trabajo honrado, educación, superación, viviendo una vida independiente y feliz.