Esta semana, una nota de prensa difundida por el programa Supérate indicó que una entidad internacional, al evaluar el organismo, lo calificó como «programa estrella».

En primer lugar, hay de reconocer que el otrora Progresando con Solidaridad (Prosoli) es una herramienta del Gobierno y una conquista del pueblo dominicano que ha servido para que, como lo indicaba su nombre, familias pobres de nuestro país progresen con la solidaridad del Gobierno, a través de subsidios sociales.

Fuera de esto, con Supérate, que ni es una política pública nueva ni renovada, sino un programa al que se le cambió el nombre por decreto, en los últimos dos años se ha destacado por los escándalos de corrupción que envuelven la institución.

Sorprende que haya sido calificado calificado como «estrella» un programa que lleva un caso en los tribunales por un colosal fraude de 154 millones de pesos y del que todavía se sabe poco, aunque su directora se aventuró a decir en una ocasión que ya era un caso cerrado.

Casi 95 mil beneficiarios del programa se vieron afectados. A esto se le suma la inconformidad de miles de usuarios a los que los tienen viajando de forma constante a la institución, porque su tarjeta fue revocada. A otros simplemente no se les refleja el depósito mensual. Entre promesas de cambio del plástico y de pronta solución mantienen a los ¿beneficiarios? de la tarjeta.

¿Puede este programa, que desde 2020 ha visto desmejorar su servicio y eficiencia, llamarse estrella?