Oscar Grullón: la mirada testigo de la cultura y la identidad dominicana
Oscar nació en 1963, cuando surgió la democracia y no puede recordar la guerra de abril porque apenas tenía menos de dos años de nacido. Sin embargo, vino al mundo con ojos de lagarto, para mirar los colores, las formas de la vida y nuestra identidad.
Recuerda que su primera y mayor influencia eran los comentarios y la columna de cine del querido Armando Almánzar. Quizás ahí encontró las primeras motivaciones para dedicarse al mundo audiovisual.
En el hogar, bajo la guía de su padre y su madre encontró los principios y valores que pasados los años tenemos que reconocer en Oscar.
Un ser solidario, desprendido y sobre todo incondicional.
Se inició en el mundo de la fotografía en los años 80, quizás sacando de abajo para ir a los laboratorios a revelar rollitos en blanco y negro y a color.
La fotografía lo llevó al mundo audiovisual, guerrero de lo que cree se arriesgaba a participar con sus primeros trabajos en las Bienales Nacionales.
Cuando Silvano Lora lanza el proyecto de la Bienal Marginal, ahí estaba Oscar, una especie de Quijote con cámara en ristre documentando cada detalle, si hoy tenemos una memoria visual de esta aventura, es gracias al trabajo silencioso y firme de Oscar, que sigue siendo una especie de mural o duende dibujado en Santa Bárbara.
Decenas de artistas y grupos culturales podían contar con él, a veces sin nada que aportar ni siquiera para comprar un casete para grabar, pero ahí estaba con dinero.
La presencia de Oscar durante 26 años como productor independiente junto al reconocido periodista Juan Bolívar Díaz en Jornada Extra, marcó una nueva época para la fundamentación audiovisual y el reportaje en la televisión política y noticiosa del país. Cada entrega era una pieza única que más que informar nos educaban sobre temas de la vida cotidiana.
La producción audiovisual de Oscar abarca la producción y dirección de centenares de Documentales, Reportajes, Cortometrajes y Videoarte que documentan un segmento importante de la cultura y la historia contemporánea dominicana, realmente es un recorrido por tradiciones populares y ritos , pintores, poetas, cantautores, relatos y tradiciones , todos vinculados a lo más profundo de nuestra identidad y arte popular moderno.
Los amigos de Oscar sabemos que, como es un ser malo para los negocios, esta estela de producciones apenas le han dado para vivir.
A esta ciguapa de nuestra producción audiovisual, la sociedad y sobre todo quienes le queremos le debemos dos sueños.
Uno, colaborar para que organice y documente su videoteca. Y dos, hacer todo lo posible para que pueda hacer la película que sueña.
Gracias querido Oscar por poblar de imágenes la esencia de esta patria.