Demasiado duró el pajarito azul tras la embestida de Elon Musk: tras muchos golpes y decisiones sin sentido, Twitter ha dejado de existir, sustituida por una gran X que no dice absolutamente nada.

¿Qué es X? Elon Musk lleva meses hablando de una “everythingapp” o app todóloga, algo así como la versión occidental de la china WeChat, plataforma donde, en efecto, se hace de todo.

Más allá de las típicas funciones de una aplicación de mensajería, WeChat es aprovechada de muchas maneras, desde la realización de llamadas locales e internacionales hasta el disfrute de videojuegos y la recepción y envío de pagos.

Musk, tan original y visionario como es, quiere llevar esta experiencia a sus usuarios de lo que hasta hace poco se llamó Twitter, y uno de sus supuestos atractivos será la posibilidad de pago para creadores de contenidos, aun si no cumplen con los requisitos absurdos que exigen otras plataformas en lo que respecta a seguidores y vistas registradas.

Dicen por ahí que una cosa piensa el burro y otra el que lo va a ensillar. En el caso de Twitter, el refrán aplica para ambos lados.

Cuando Musk decidió comprar Twitter, muchos pensaron que este excéntrico personaje sería la salvación de esta plataforma. Desafortunadamente, no ha sido así, y ahora que se ha sustituido al clásico pajarito por una aburrida y anónima X, las quejas no se han hecho esperar.

Casi nadie en (ex) Twitter, Threads, Instagram o Internet en general ha hablado en términos positivos sobre X y los planes de que twitter.com pase a ser x.com, y no es para menos.

¿Era necesario este cambio de imagen y marca? ¿En serio pagó Musk alrededor de 44 mil millones de dólares para dar al traste con Twitter? ¿Cuál es la lógica?

Preguntas válidas, pero sin respuesta. Hay desencanto en el ambiente, y este no ha sido leve. Mientras ocurre todo esto, la figura de Musk tan solo va perdiendo brillo, algo que viene ocurriendo desde hace mucho y que ahora tan solo se ha intensificado.

Se puede ser brillante, se puede tener dinero en abundancia, pero eso no da derecho a ser tan medalaganario y antojadizo como ha sido Musk. Es una pena lo que ha pasado.