Invertir en acciones y participar en las bonanzas -y tristezas- del mercado de valores es más fácil que nunca gracias a una serie de recursos digitales que, en algunos casos, se complementan con servicios formales del ramo.

En la República Dominicana, por ejemplo, este tipo de inversiones se ha puesto de moda entre personas que buscan alternativas a los certificados bancarios y cuentas de ahorro para hacer crecer su dinero, casi siempre a través de puestos de bolsa y otros servicios que gestionan la participación en el mercado de valores dominicano.

Para los más aventureros, hay también opciones relativamente fáciles para participar en mercados de valores de mayor renombre, como son los casos de la Bolsa de Nueva York y el NASDAQ.

Sobre todo para quienes viven fuera, especialmente en Estados Unidos, hay un atractivo adicional asociado a formar parte del emocionante mundo de bolsas de valores y activos que suben y bajan según los caprichos y expectativas de unos pocos.

Se ha dicho siempre que los mercados son volátiles, pero, más que volátiles, son caprichosos, porque basta con que una compañía cometa un error o no supere las expectativas fijadas por Wall Street en sus estados de ganancias y pérdidas para sufrir los embates a nivel del valor de sus acciones.

Por supuesto, ocurre también lo contrario, acciones que suben como la espuma porque se hizo un cambio en la gerencia, porque se superaron con creces las expectativas ya mencionadas o, simplemente, porque se lanza un producto inesperado en el momento correcto.

La volatilidad y el capricho de los mercados son bien conocidos, pero, últimamente, las cosas han empeorado en ambos frentes, y la culpa la tienen la tecnología y las facilidades cada vez más abundantes y desreguladas que pululan por la Internet y las tiendas de aplicaciones.

La mejor forma de ilustrar este punto es el fenómeno GameStop, visto inicialmente en 2021 y reeditado en la actualidad por el mismo grupo que puso a los fondos de cobertura a sudar en grande en ese entonces.

Bajo el liderazgo del inversionista Roaring Kitty, cuyo nombre real es Keith Gill y cuyos puntos de influencia se encuentran en Reddit, X (Twitter) y YouTube, GameStop y otras acciones “meme” se encuentran en considerable alza desde mediados de mayo, todo porque el señor Gill reactivó su cuenta en X con una serie de imágenes abiertas a interpretación.

Tal como ocurrió en 2021, los fondos de cobertura, siempre apostando al fracaso de GameStop para salir ganando en venta corta, son los que han llevado las de perder.

Esta segunda vuelta de disrupción en Wall Street vuelve a poner sobre el tapete el rol que juegan la tecnología, las plataformas digitales como E-Trade y foros atrevidos e irrespetuosos como Reddit en estos fenómenos y sus posibles implicaciones negativas a nivel del sistema financiero en general.

Fenómenos como el rally GameStop, que se mantiene en esta semana, recuerdan en cierto modo la disrupción y las promesas de las criptomonedas y criptoactivos, un submundo que, de momento, ha generado más dolores de cabeza que otra cosa.