Una mirada al experimento salvadoreño con bitcoin
Hace ya una semana que bitcoin entró en vigor en El Salvador como moneda de curso legal y, hasta ahora, las cosas no han sido tan fluidas como se pensaba.
El experimento salvadoreño tiene la particularidad de ser un acontecimiento histórico en el sentido de que se trata del primer país en dar ese paso con bitcoin, siendo esto un tremendo voto de confianza para el mercado de las criptomonedas en general.
Se pensó que el precio de bitcoin se dispararía considerablemente tras este paso, pero ocurrió justo lo contrario: de estar por encima de 52 mil dólares ha pasado a mantenerse entre 42 y 45 mil dólares, afectando de paso a otras criptomonedas, entre ellas dogecoin y ether.
¿Qué pasó? Es muy sencillo. Los mercados son caprichosos, y cualquier cosa es suficiente para que las cosas tomen el giro equivocado.
En el caso particular de El Salvador y su apuesta al bitcoin, ocurrió lo que es habitual cuando las cosas se hacen de manera impulsiva y a la carrera: implementación fallida, plagada de errores y de incertidumbre.
Toda la apuesta salvadoreña hacia bitcoin descansa sobre Chivo, una billetera digital diseñada para permitir las transacciones en esa criptomoneda. Otra parte de la ecuación son los cajeros ATM bitcoin, los cuales permiten comprar bitcoin y otras criptomonedas a cambio de un deposito de efectivo o desde una tarjeta de crédito o débito. En el caso salvadoreño, por el asunto de las remesas, se supone que por igual dispensan dólares al cambio vigente.
Tanto Chivo como estos cajeros han estado fallando, según reportan los propios salvadoreños. Los problemas de Chivo empezaron desde el día de su lanzamiento, que fue tardío y lleno de fallos técnicos. Desde el 7 de septiembre la billetera ha tenido que ser desconectada en varias ocasiones, propiciando el uso de billetera alternativas entre la población que tiene ese tipo de conocimientos.
En el caso de los cajeros, se reporta los que están en kioscos solo trabajan de lunes a sábado, mientras que los que están fuera de esas estructuras presentan problemas a nivel del sistema. Otros simplemente están cerrados.
Fuera de los fallos técnicos, hay una parte considerable de la población que no está conforme con la movida hacia bitcoin. La percepción generalizada es que traerá más pobreza, y el hecho de que no ha habido la suficiente información o preparación no ayuda a la causa.
Está por verse si la apuesta del presidente Bukele eventualmente da sus frutos. Apenas lleva una semana el experimento, pero desde ya hay quienes lo definen como un fracaso.
La moraleja está clara. Este tipo de cambios no debe ejecutarse de la noche a la mañana. Lo que funciona a pequeña escala -como ocurre en playa El Zonte, donde empezó todo este asunto de bitcoin en El Salvador- no necesariamente funcione bien a gran escala.
Espacio pagado
Quienes habitamos la Comunidad Ojalá sabemos que somos diferentes y nos alegra serlo.
Nuestros contenidos son útiles para comprender y mejorar la vida cotidiana. Están libres de publicidad. Los anima la curiosidad, el rigor y los financia la gente.
Únete. Participa. Haz un donativo.