Un mundo cada vez más enrarecido

11-04-2024
Ciencia, Tecnología e Innovación
Ojalá, República Dominicana
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Los avances en inteligencia artificial, al tiempo que son impresionantes, deberían ponernos a pensar en el futuro que nos espera a más de un nivel.

No es solo que esta tecnología representa una amenaza latente a muchos empleos tradicionales y, por ende, al sustento de millones de personas alrededor del mundo.

Los efectos de una tecnología tan poderosa y dinámica como esta son insospechados, y uno de los puntos más afectados es el ser humano como tal y su relación con el mundo que le rodea.

Un buen ejemplo de esto es la generación de contenidos. Ahora, cuando estamos faltos de ideas, o cuando encontramos la ilustración adecuada, recurrimos a la inteligencia artificial.

De manera específica, la mayoría recurre a ChatGPT y servicios asociados como DALL-E, todo bajo la sombrilla de OpenAI, la compañía que ha dado el empujón definitivo a toda esta cuestión de inteligencia artificial generativa.

Antes de este asalto, o nos pasábamos días con un bloqueo mental que nos impedía seguir o contratábamos a un diseñador gráfico con la esperanza de que este supiera interpretar aquello que deseábamos ilustrar.

Otro ejemplo: desinformación y fake news. Las noticias falsas y los engaños informativos no son de ahora, pero con la inteligencia artificial y el avance en deepfakes cada vez más convincentes a nivel de gestos, lenguaje y voz, podría decirse que nos adentramos a un callejón sin salida.

Quizás lo peor de todo esto es que el ser humano, en cierto modo, ya no tiene necesidad de pensar, pues una máquina o un programa se encargan de todo, ya sea escribir, calcular o crear.

La gran pregunta: ¿Qué pasará cuando la inteligencia artificial se alimente enteramente de ella misma porque la gente dejó de producir contenidos? ¿Implosionará el sistema? ¿Colapsará la humanidad?

La cuestión, aunque pudiera lucir exagerada, es compleja y es para preocuparse.