Para quienes esperaban por horas la disponibilidad del internet satelital Starlink en República Dominicana, la propia SpaceX dio las buenas nuevas en un tuit publicado el pasado 28 de julio: ya está disponible… al menos para ordenar.

Antes de poder disfrutar del internet superrápido y estable que promete Starlink, es necesario pagar casi 39 mil pesos por un kit que, según se deduce al entrar al link provisto por SpaceX, no está disponible para entrega inmediata en el país.

Una vez se tenga el kit, es de asumirse que empezará la facturación mensual, que asciende a 7,080 pesos, equivalente a alrededor de 128 dólares para quienes prefieren calcular y comparar las cosas en esa moneda. Es probable que estos precios ya incluyan ITBIS. 

El tiempo de espera de uno de estos kits de Starlink típicamente va de 2 a 8 semanas para aquellos mercados donde el mapa indica que el servicio está “disponible”, siendo este el estatus asignado a República Dominicana. 

Es evidente que el servicio realmente no está “disponible” aún, al menos no en el sentido estricto de lo que significa que una cosa esté disponible, y es por eso que el título de esta entrada pone este adjetivo entre comillas. 

Algo curioso que ha pasado con este anuncio de SpaceX en República Dominicana es que la gente, tan entusiasmada ante el prospecto de la disponibilidad del servicio en junio pasado, de repente no está tan encantada con los precios. 

Siempre se dijo que había que comprar un kit para recibir el internet satelital de Starlink. En Estados Unidos, este vale 599 dólares, mientras que el servicio mensual vale 110 dólares. A una tasa de 55 x 1, estos precios están por debajo de lo que se está cobrando en el país, y eso podría explicar parte del desencanto. 

Por otro lado, no pocos -dentro y fuera del país- se han hecho una idea quizás errónea de Elon Musk, el personaje detrás de Starlink, SpaceX, Tesla y demás. 

Hay quienes creen que los ofrecimientos de Musk son “altruistas” o “desinteresados”, y es fácil pensar que en esa medida serán económicos. Craso error. Un vistazo a las propuestas de este señor, actualmente el hombre más rico del mundo, deja entrever que no hay nada barato, al menos no el plazo inmediato. 

Antes de hacer la inversión requerida para disfrutar de Starlink, conviene estudiar en qué consiste internet satelital, cómo es su funcionamiento y, sobre todo, ver cómo han sido las experiencias de otros usuarios en el mundo. 

Quienes auguraban en redes la eventual desaparición de otros proveedores de servicio quizás lo estén ahora pensando dos veces, pues muchos de esos comentarios se basaban en la idea de que este ofrecimiento sería mejor y más barato. 

Solo cuando tengamos oportunidad real de probarlo sabremos si en verdad es así.