La semana pasada, de manera un tanto sorpresiva, salió la noticia de que hay planes de establecer una agencia espacial dominicana. 

No fue poca la gente que reaccionó con incredulidad y hasta con algo de burla, pues la primera pregunta que surge ante semejante idea es: ¿para qué?

Responder a esta pregunta no será tan fácil, pues hay muchos puntos a tomar en cuenta, pero sí hay un punto básico del cual podemos partir. 

Resulta que los grandes poderes del mundo, con Big Tech a cabeza, están apostando a la colonización y aprovechamiento del espacio.

Por extraño que parezca, la excusa tras esta apuesta es que la humanidad necesita expandir sus horizontes con tal de sobrevivir a la destrucción a la que ha sometido a su propia casa, es decir, el planeta Tierra.

Desde el punto de vista de uso del espacio para fines comerciales, industriales y hasta turísticos, la creación de una agencia espacial dominicana es necesaria si deseamos sacar provecho como país a la tendencia. 

Aquí mismo empiezan los problemas: cuando se comunicaron estos planes de creación de agencia espacial, en ninguna parte se explicó el motivo o en qué nos beneficia. El resultado de esta miopía es la incredulidad y burla que ya hemos comentado al inicio del artículo. 

Saliendo de la cuestión inicial que justificaría la inversión de recursos en lo que parece un invento sin pies ni cabeza, hay otros puntos a tomar en cuenta, empezando por cuántos profesionales o estudiosos del espacio hay en el país para dar forma a este concepto. 

Históricamente, los temas de ciencia, tecnología y astronomía han sido descuidados en el país, conjuntamente con el enfoque de investigación y desarrollo que suele acompañarlos. 

Cierto es que contamos con organismos que se enfocan en esas áreas y sociedades que agrupan a profesionales y entusiastas de las mismas, pero la realidad es que son temas que suelen quedarse en la superficie, al alcance de grupos muy específicos, sin necesariamente bajar hasta las bases de la sociedad. 

Eso nos lleva a uno de los comentarios más frecuentes en torno al prospecto de creación de una agencia espacial dominicana: ¿cómo se habla de esto en un país donde los problemas básicos siguen sin resolverse?

Para evitar que esta idea se ejecute y se quede en una nube elitista, es importante cambiar el enfoque y, sobre todo, cambiar la forma de comunicar las cosas. Universidades como Intec, de donde parece haber salido esta idea, pecan de no compartir sus logros de una manera que llegue al público y logre la visibilidad merecida. 

Luego está la intervención del Gobierno, la cual es innegociable por tratarse de un proyecto que implica la soberanía de un país a nivel espacial. 

En las manos actuales, ¿qué garantías hay de que este proyecto no se convierta en un negocio particular mִás? Esa es otra de las muchas dudas expresadas por la gente. Si llegara a formalizarse esta agencia, ojalá que sirva al menos para impulsar el tema espacial entre los dominicanos, más allá de teorías y conocimientos superficiales