De entrada, la respuesta lógica a la pregunta planteada en el título es un simple “no”, pero ello no impide que algunos empleadores sean tan ilusos como para pretender probar el punto contrario. 

El comentario viene a propósito de Elon Musk y el desastre en que se ha convertido Twitter bajo su mando, desastre que se ha caracterizado por despidos masivos y un tanto despiadados. 

Para que se tenga una idea de la situación, al momento de este escrito se estima que quedan menos de 2,000 empleados de una fuerza laboral que en octubre pasado, antes de la adquisición, llegaba a 7,500 personas. 

Podría justificarse la debacle en Twitter aduciendo que hay una ola de despidos generalizada en el ámbito tecnológico que, a su vez, se justifica por el mal momento económico que vive el mundo tras la pandemia por COVID-19 y otros acontecimientos de carácter internacional. 

¿Realmente es esta la causa, o hay algo más detrás? 

El tema de los empleos, sobre todo en esta época de soluciones fáciles basadas en inteligencia artificial, es truculento, y lo es aún más cuando la ambición y la imprudencia se juntan. 

A modo de ejemplo está el caso de Meta, anteriormente Facebook. Esta es una de las compañía que más recortes de personal ha venido haciendo, y en gran medida esto ha sido el resultado de la fijación de Mark Zuckerberg con el metaverso, proyecto que aún no arranca y que ha estado dejando pérdidas millonarias. 

En el caso de Twitter, la pregunta que todavía muchos se hacen es para qué Elon Musk insistió en comprar una compañía que ni siquiera estaba a la venta, aun sabiendo que no era del todo rentable y que tenía deudas. 

Desde que Musk llegó a Twitter, todo se ha vuelto un circo caracterizado por una sucesión de malas decisiones, ejecuciones apresuradas y cambios tan radicales como controversiales. En el medio de todo eso, despidos a cada momento, incluso en áreas clave y delicadas. 

Tal ha sido el desastre que, según se reporta, Twitter ni siquiera tiene un departamento de comunicaciones desde que Musk se ensañara con ese equipo en noviembre pasado. 

Se entiende que toda empresa necesita mantener sus gastos bajo control, pero es igualmente importante recordar que sin personal suficiente las cosas no funcionarán adecuadamente. En el caso de Twitter, da la impresión de que los despidos son por impulso y no por necesidad. 

¿Está Twitter por cerrar definitivamente? Esa es la apuesta desde finales de 2022, pero con Musk nunca se sabe. Ahorita decide prescindir de todo personal humano y depender exclusivamente de inteligencia artificial. Todo es posible.