Antaño, cuando una compañía anunciaba un producto, la expectativa era que cumpliera. Si no lo hacía, las consecuencias no se hacían esperar.

En esta época de unicornios tecnológicos y anuncios fantásticos, las cosas han cambiado, quizás para mal. 

No son ni una ni dos las startups promisorias que surgen en Silicon Valley y alrededores, solo para quedarse en el intento o, peor, desaparecer sin dejar rastro. 

Por una combinación de microfinanciación (crowdfunding), buenas tecnologías de simulación y mucha teatralidad, los engaños hace rato que forman parte de la magia que sale del ámbito tecnológico.

Así, por ejemplo, es mucha la gente que se ha quedado enganchada en proyectos de microfinanciación que no cumplieron mínimamente con las expectativas o, peor, que nunca vieron la luz. 

Luego hay casos más dramáticos como el de Theranos y Elizabeth Holmes, quien basó su compañía en la falsa promesa de revolucionar la medicina con una prueba capaz de identificar un sinnúmero de enfermedades en base a una sola gota de sangre.

La historia de Theranos empezó en 2003, cuando Holmes apenas tenía 19 años. Para 2013 y 2014, la compañía y su fundadora estaban en el pico de la popularidad, llegando a valuarse en 10 mil millones de dólares. 

En la actualidad, la joven, que llegó a compararse con Steve Jobs, enfrenta hasta 20 años de cárcel tras haberse hallado culpable en un juicio. 

El ámbito tecnológico está repleto de soñadores que no siempre cumplen con lo que ofrecen. Quizás el caso más extremo sea Elon Musk, quien aprovecha su excentricidad y visión a futuro para embelesar al público a nivel mundial. 

Musk es la persona que puso en movimiento la idea del hyperloop, una forma de transporte superrápida que acortaría las distancias en tiempo entre ciudades como San Francisco y Los Angeles en California, Estados Unidos. Según su visión, tomaría 35 minutos llegar de un punto al otro en hyperloop. En la actualidad, el viaje toma alrededor de 6 horas por la vía terrestre. 

Hay planes de desarrollo de este concepto, pero ninguno es ejecutado por Musk o sus compañías. Quizás lo más crucial es que esas propuestas están muy lejos de lograr los números propuestos por este señor.

Musk es también la persona que ideó unos túneles para escapar de los tapones. En Las Vegas, a propósito de CES 2022, hubo chance de poner a prueba esta iniciativa. Desafortunadamente, quienes usaron esta alternativa experimentaron tráfico congestionado ahí dentro. 

Tesla, SpaceX y Boring, todas fundadas por Musk, frecuentemente son noticia por retrasos en entregas y disponibilidad de servicios ofrecidos bajo el mecanismo de preorden. Así ha ocurrido con la Cybertruck, anunciada en 2020, y con el servicio de internet satelital Starlink. 

Bajo estas circunstancias, no sorprende que se esté apostando con tanta insistencia a un futuro en el metaverso: allí no hay necesidad de hacer las cosas físicamente y, por tanto, cualquier idea extraordinaria podría ejecutarse fácilmente.