Lo queramos o no, la tecnología mueve al mundo, y la evidencia está en todas partes, desde el smartphone que siempre nos acompaña hasta las decenas de servicios automatizados con los que interactuamos a diario. 

No en balde se habla de que estamos en una constante transformación digital, acelerada por la pandemia. No es casualidad que eventos como el Consumer Electronics Show (CES), que se celebra cada año en Las Vegas, son noticia que dan la vuelta al mundo. 

En ese ir y venir tecnológico, es inevitable que los gobiernos del mundo se monten en esa ola, empezando por el despliegue de Internet y las redes de última generación, seguido de la adopción de computadoras, laptops y tabletas en oficinas gubernamentales, escuelas y demás.

República Dominicana, un referente en el Caribe, no escapa a esta realidad, y es así como encontramos servicios bancarios digitalizados, chatbots de servicio, representaciones directas de reconocidas marcas del ámbito y otros recursos que se enmarcan en esa continua tendencia. 

Hasta hace unos años, había incluso una cantidad de servicios y trámites gubernamentales que estaban a par de clics de distancia, denotándose un interesante avance en ese sentido. 

Desafortunadamente, varios de estos servicios han dejado de funcionar, y si bien podríamos decir que esto es un retroceso, se está dando una situación muy paradójica a nivel de gobierno: al tiempo que esto ocurre, con denuncias públicas de parte de los usuarios, salen del Gobierno una serie de anuncios tan vanguardistas como grandiosos en términos tecnológicos. 

Uno de tales anuncios, hecho por un representante del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) y avalado por representantes del Gobierno, indicaba la inminente creación de una agencia espacial dominicana. Otro anuncio, más reciente, hablaba de desarrollar una estrategia nacional de inteligencia artificial, el tema de moda. 

Hasta Waze, una herramienta de navegación que muchos usamos para buscar la ruta menos lenta al desplazarnos por la ciudad, baila en los planes del gobierno, siendo la idea, supuestamente, mejorar el caótico tránsito. 

Hasta este punto se han mencionado tres ideas de lo más interesantes, tanto que podrían deslumbrar en principio, hasta que procedemos a analizar y caemos en cuenta de la poca factibilidad de cada una. 

De la agencia espacial, por ejemplo, no se ha vuelto a hablar, y hace sentido en un país donde aún no están resueltas muchas necesidades básicas. ¿Estrategia de inteligencia artificial? La misma cosas, pues mucho se habla del tema, pero la mayoría de la gente no tiene siquiera una idea acabada de lo que es esa tecnología y lo que implica. 

¿Waze para el tránsito? Pese a lo interesante que es el concepto, tampoco, pues para que eso funcione hay que hacer una serie de ajustes que difícilmente las autoridades quieran implementar, pues involucran una real aplicación de las leyes de tránsito y la eliminación del doble control en las intersecciones. 

Uno de los más recientes anuncios de corte tecnológico ha sido ValidaFirma, anunciado hace unas semanas por el Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (Indotel). Este es un portal para validar firmas digitales, y si bien es una buena idea, cabe preguntarse, ¿cuánta gente en este país sabe lo que es una firma digital o lo que implica? 

El problema con muchos de estos anuncios es que empiezan por el final, saltándose el principio y el intermedio. 

El primer paso es educar a la población respecto a estos temas y conceptos, y luego de establecer esa base se procede con el desarrollo. No solo eso, hay que empoderar al ciudadano para que estas iniciativas sean de provecho. Desafortunadamente, el afán de brillar a veces puede más.