Lo que hace la mala comunicación: caso Silicon Valley Bank
Sin duda alguna, no es buen momento para el sector tecnológico: Silicon Valley Bank, el banco favorito de los fondos de inversión y las startups tecnológicas, colapsó el pasado viernes, llevando el pánico a Wall Street y más allá.
Aunque quizás no tan conocido como otros bancos de renombre mundial, Silicon Valley Bank, mejor conocido como SVB por sus sigla, ha sido por años un importante impulsor de la innovación y desarrollo de Silicon Valley y toda la tecnología que ha estado saliendo de ahí.
Parte importante de ese ecosistema son las startups, y estas posiblemente sean las principales víctimas en el largo plazo, pues al decir de sus clientes, este banco ofrecía un conjunto de facilidades que resultaban únicas para proponentes de ideas y los fondos de inversión que los respaldaban.
¿Qué pasó, entonces, que SVB se vino abajo? El colapso se explica de la manera más clásica posible: la gente entró en pánico y empezó a sacar sus depósitos de manera apresurada, generando una situación insostenible en apenas dos días.
Las razones del pánico son particularmente interesantes, y en medio de todo hay un tema de mala comunicación, tanto en forma como en manejo.
El colapso de SVB empezó cuando el pasado jueves se anunció que el banco había vendido un conjunto de valores, específicamente bonos del Tesoro estadounidense, y que la operación había dejado pérdidas por 1.8 mil millones de dólares. Para compensar, se estarían vendido 2.2 mil millones de dólares en acciones.
En pocas palabras, había un tema de iliquidez, y si bien la transparencia es bienvenida y necesaria en el entorno financiero, hubo un tema que hizo que todo se viniera abajo de manera estrepitosa: el momento del anuncio, que se hizo un día después de que Silvergate Capital, un importante prestamista del ámbito cripto, anunciara su cierre y posterior liquidación.
No hay que ser un genio para saber que la gente hizo un ejercicio de 2+2=4, y… a correr, sobre todo cuando aún está fresco el colapso del criptointercambio FTX y que hay un clima de incertidumbre mundial en términos económicos y financieros.
¿Se reedita la crisis de 2008? Este es el escenario que el gobierno estadounidense intenta evitar, y por eso la agencia aseguradora de depósitos (FDIC – Federal Deposit Insurance Corporation) ha asegurado a clientes de SVB la devolución de la totalidad de su depósitos, aun si pasan del monto máximo asegurado de 250,000 dólares.
También, de manera preventiva, FDIC ha intervenido Signature Bank en Nueva York, pero ello no ha impedido que otros bancos regionales en Estados Unidos se hayan visto arrastrados por la crisis, viéndose el efecto en el valor de sus acciones.
En comunicación, el momento es clave para dar informaciones. Lo de SVB, conjuntamente con otros fallos a nivel de manejo interno y la situación económica imperante, es un ejemplo de cómo los resultados pueden ser desastrosos si no se piensa bien antes de hacerlo.
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