Gran entusiasmo generó la semana pasada la salida de un aviso de solicitud de concesión de prestación de servicios en el país a nombre de Starlink Dominicana. 

Quienes dan seguimiento a temas de tecnología saben muy bien que Starlink es uno de los muchos proyectos de Elon Musk, el hombre más rico del mundo en la actualidad y uno de los personajes más excéntricos en la actualidad. 

Se asume que cualquier cosa que salga de Musk es visionaria y extraordinaria a más no poder, y Starlink no es la excepción, tal como se vio en las redes sociales dominicanas -especialmente Twitter-, a raíz del referido anuncio. 

Las especulaciones en torno a la disponibilidad de Starlink, su precio y la reacción de prestadoras más tradicionales no se hicieron esperar. 

Hubo quienes decretaron la eventual desaparición de esas compañías más tradicionales, mientras que otros se fueron en alabanzas a Musk y su ofrecimiento por considerar que esta es la solución a años de quejas de internet malo y lento. 

¿Será cierto? Aunque se lee muy prometedor, Internet satelital no es ninguna panacea en el sentido de que no se trata de un internet infalible. Cierto es que tiene sus ventajas, siendo una de ellas que no requiere de cableado ni de instalación complicada, pero de ahí a ser la novena maravilla hay un largo trecho. 

Internet satelital implica recibir señales de radio emitidas por satélites de órbita terrestre baja, lo que significa que la señal podría verse afectada por situaciones climáticas que no sean las más idóneas. Significa igualmente que hay que hacer una inversión en una antena y otros equipos para recibir la señal. 

Para quien no quiere cables, Starlink es una solución bastante ideal, sobre todo cuando se vive en lugares donde el servicio no llega o no es confiable, como es el caso de áreas remotas o rurales. En escenarios más tradicionales, internet satelital podría ser una buena contingencia en caso de que el servicio de siempre falle. 

Starlink no es el único ofrecimiento de internet satelital en el mundo, pero sí es uno de los que más ha dado de qué hablar y, de momento, es el que parece estar más próximo a materializarse por estos lados. 

Algo a tomar en cuenta es que, aún con la solicitud de concesión de prestación de servicios, podría tomar unos meses largos que Starlink sea efectivamente ofrecido como servicio a los dominicanos. 

Por un lado, están las cuestiones legales y, por el otro, el hecho de que ha habido retrasos en mercados donde Starlink lleva algún tiempo disponible. El hecho de que hay una escasez de chips muy marcada desde hace tiempo no ayuda a la causa. 

Cuando finalmente haya Starlink como servicio contratable, otro posible punto a considerar será el precio, el cual quizás sea considerablemente más caro que otros ofrecimientos tradicionales. Veremos.