¿Hacia dónde se dirige la inteligencia artificial?
OpenAI es noticia, y si bien es algo que viene ocurriendo desde hace casi dos años, en estos días el motivo es un tanto diferente, pues se está dando una serie de cambios a lo interno de esa organización que tienen a más de uno especulando.
Empecemos por un reporte que indica que OpenAI estaría dando los pasos para ser formalmente una compañía comercial, algo que en la actualidad está limitado y controlado por la parte sin fines de lucro de la organización, una peculiar estructura que fue ideada para mantener el desarrollo de la inteligencia artificial a raya.
Cuando se habla de mantener este desarrollo a raya el tema central es la ética, pues un viejo temor de cara a esta tecnología que la misma alcance un nivel tal de avance que termine no solo superando a la humanidad, sino dominándola.
Se lleva tiempo hablando de una inteligencia artificial general como meta final de organizaciones como OpenAI, y se sabe que esta ambición ha traído algunos problemas a nivel interno, siempre con su CEO, Sam Altman, en el centro del debate y la controversia.
Altman no es ajeno a las controversias, y ejemplo de ello es que en noviembre del año pasado fue sorpresivamente despedido de su rol como CEO, reinstaurándose cuatro días después por presión popular.
Inicialmente, esta abrupta movida no fue entendida, pero con el tiempo se supo que hubo diferencias por cuestiones éticas y de manejo de la organización.
Hoy, casi un año después de ese incidente, vuelve a hablarse del futuro incierto de OpenAI en lo que respecta a control y ética, pues la reestructuración planeada sugiere una importante reducción a nivel de esos dos elementos.
El tema tan solo se intensifica cuando observamos que esos planes de reestructuración coinciden con la renuncia de tres ejecutivos de alto nivel: Mira Murati, la jefa de tecnología; Bob McGrew, jefe de investigación; y Barret Zoph, VP de investigación.
Curiosamente, estas renuncias no fueron planificadas o acordadas por las partes, sino que la salida de Murati motivó la salida de los otros dos de manera totalmente independiente.
Murati comentó en X que es el momento para ella hacer sus propias exploraciones. McGrew solo dijo que es hora de hacer una pausa, pero el otro ejecutivo, Zoph, también habló de explorar nuevas oportunidades. Curioso, ¿no es así?
No pocos analistas consideran que estas salidas fueron motivadas por la cuestión ética, lo que hace preguntarse por el posible rumbo que tome la inteligencia artificial a partir de ahora.
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