En cuestiones de impresoras, algunas marcas es mejor evitarlas

14-12-2023
Ciencia, Tecnología e Innovación
Ojalá, República Dominicana
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A la hora de hablar de equipos mañosos, nada como una impresora para dar dolores de cabeza, sobre todo cuando se trata de equipos multifunción que además de imprimir sacan copias y hacen otras tareas afines.

Los chistes con impresoras son legendarios, casi tanto como los chistes de sistemas operativos que deciden actualizarse en el momento menos oportuno para el usuario de la computadora.

Podrá parecer gracioso, pero lo cierto es que una impresora mañosa hacer perder un tiempo precioso cada vez que decide tener una pataleta, y empeora las cosas que en esta época el soporte oportuno y presencial, aún sea por teléfono, es prácticamente inexistente.

La modernidad y la proliferación de canales digitales nos tiene a todos pasando trabajo cada vez que se nos presenta un problema con cualquier equipo. Ahora lo que hay son chatbots automatizados que en realidad no resuelven nada, guías de autoservicio y, peor, contacto vía correo electrónico que, por lo general, establece un tiempo de espera de 24 a 48 horas para obtener alguna respuesta.

Así como el servicio al cliente se ha vuelto una cosa absurda, podemos decir lo mismo en lo que respecta a la construcción y desarrollo de un equipo tan básico y vital como lo es una impresora. Parece haber una correlación directa entre la mala calidad del equipo y la mala calidad del soporte de parte del fabricante.

Aun cuando las impresoras podrían ser similares entre sí sin importar marcas, este detalle importa mucho a la hora de escoger uno de estos equipos.

Es un hecho que cualquier impresora eventualmente dará algún problema y nos dejará frustrados, pero cuando esa impresora es HP, por ejemplo, la posibilidad de que esto ocurra aumenta increíblemente.

Quizás no sea justo señalar a una marca como mala, pero, responsablemente, ese es el consejo para quienes leen este artículo: evitar estas impresoras, pues la construcción es cada vez peor, lo mismo que el abuso a nivel de consumibles (tintas) y el grado de maña a la hora de imprimir cualquier cosa.

Lo peor, por supuesto, es la falta de soporte adecuado y oportuno, lo que me ha dejado en busca de una mejor opción que me permita trabajar adecuadamente y sin contratiempos. El tiempo, después de todo, vale oro, y está cada vez más escaso.