El fraude le salió caro a Sam Bankman-Fried…

08-11-2023
Ciencia, Tecnología e Innovación
Ojalá, República Dominicana
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Pero aún no aprendemos la lección. Esto es lo que se puede inferir del colapso de FTX, un criptointercambio que en noviembre de 2022, cuando estaba valuado en 32 mil millones de dólares, colapsó de manera espectacular.

Por esos días, los titulares daban la vuela al mundo, poniendo en la mira, una vez más, la fragilidad y el riesgo inherente a todo lo que tenga que ver con criptomonedas y sus operaciones.

Desde 2008, tras una histórica crisis financiera mundial que amenaza con repetirse en el actual entorno pospandemia, se ha estado tratando de convencer a la gente de las bondades de optar por un sistema financiero alternativo desregulado y más abierto.

El tono de venta empezó con bitcoin, la más conocida y representativa de las criptomonedas. Lo que nació como una idea hasta cierto punto radical fue adquiriendo seguidores y adeptos a lo largo del tiempo, formándose una especie de culto que ha logrado expandirse alrededor del mundo.

Cuando bitcoin empezó a despegar, alcanzando niveles de valor ridículos, de repente se desató una fiebre y todos quería participar de las riquezas que se podían generar a través del agiotaje propio de una industria sin reglas y no reconocida por órganos oficiales.

Con alzas y bajas, algunas de ellas muy marcadas, bitcoin no solo despegó en grande, sino que le siguieron otras criptomonedas, así como tokens, servicios variados e inventos como los efímeros NFTs (non-fungible tokens).

Es en este contexto que compañías como FTX (2019) y el fondo de cobertura Alameda Research (2017), ambos fundados por Bankman-Fried, arriban a escena, irrumpiendo de manera tan espectacular como inesperada.

En su apogeo, Bankman-Fried no solo aparecía en portadas de prestigiosas revistas como Forbes, sino que se codeaba con celebridades y líderes mundiales, llegando a compartir escenario con el expresidente estadounidense Bill Clinton en una conferencia sobre criptomonedas celebrada en Bahamas en 2022.

Aunque el colapso de FTX y Bankman-Fried parece una historia inherente al mundo cripto, en realidad no lo es, pero es importante entender las circunstancias en que esta figura emergió y logró engañar a medio mundo, aun con su dudosa apariencia despeinada e informal.

Lo de Bankman-Fried y FTX no fue más que un clásico fraude de malversaciؚón de fondos, nada menos que 10 mil millones de dólares, dinero que fue usado para financiar una vida de lujos -extensiva a sus padres-, de desperdicios y de arrogancia ilimitada.

La semana pasada, en la víspera del aniversario del colapso de su imperio, Bankman-Fried fue hallado culpable de los siete cargos que pesaban en su contra, los cuales se resumen en fraude, conspiración y lavado de activos.

Nada menos que 115 años en prisión podría ser la condena que reciba Bankman-Fried cuando se dicte sentencia el 28 de marzo de 2024. Este personaje, por supuesto, mantiene su inocencia y planea apelar.

¿Aprenderemos algún día a ver más allá de la ambición y el brillo? El entorno tecnológico está rodeado de falsas promesas representadas por brillantes jóvenes que al final del día no son más que un engaño. Bankman-Fried es un ejemplo de esto, como también lo es Elizabeth Holmes, fundadora de Theranos, hoy condenada a 11 años de prisión por fraude.