De repente, el streaming no es una prioridad
En 2020, en medio de una pandemia que puso todo patas arriba, fue mucha la gente que decidió suscribirse a uno de los tantos servicios de streaming disponibles, con Netflix a la cabeza.
La razón era tan obvia como sencilla: si vamos a estar tanto tiempo en casa, hay que buscar la forma de entretenerse, y el servicio de cable resultaba insuficiente de cara a una larga estadía hogareña.
Así las cosas, Netflix sumó 37 millones de suscriptores nuevos en 2020, manteniendo más o menos la buena racha a lo largo de 2021, llegando a sobrepasar los 221 millones de suscriptores en el cuarto trimestre de ese año.
El hecho de que la pandemia aún no termina explica por qué la industria de servicios de streaming seguía hasta hace unos días generando grandes niveles de atención, pero… las cosas son hasta un día.
La semana pasada fue noticia el hecho de que Netflix, por primera vez en una década, perdió suscriptores, específicamente 200,000 en términos netos.
Los mercados, caprichosos y poco realistas como son, reaccionaron muy mal, provocando que en unas horas las acciones de Netflix bajaran hasta en 32 por ciento. No ayudó a la causa el hecho de que los propios ejecutivos de Netflix estiman que perderán 2 millones más de suscriptores en el próximo trimestre.
¿Qué está pasando? ¿Llegó a su fin la bonanza del streaming? Hay varios factores a considerar aquí, empezando por el hecho de que ese es un mercado cada vez más reñido, pues con Netflix coexisten numerosos otros servicios, entre ellos Disney+, HBO Max y Peacock.
Un hecho irrefutable, y que quizás no quiso ser reconocido por quienes hacen estas proyecciones, es que las cosas están volviendo a la normalidad y ya la gente no pasa tanto tiempo en casa.
Cómo está la economía mundial, afectada tanto por la pandemia como por la guerra Rusia-Ucrania, aquello que no se necesita se elimina, y para muchos hogares el streaming es más un lujo que una necesidad. Prueba de esto la ofrece Reino Unido, donde se estima que 1.5 millones de hogares han cancelado esas suscripciones en lo que va de 2022, con Netflix y Disney+ a la cabeza.
Algo que no ayuda a Netflix es un contenido cada vez más “woke” o “progre”, una tendencia que está generando una resistencia y un rechazo cada vez mayores.
En la misma semana en que salió el bombazo de Netflix hubo otra noticia que indica problemas en el paraíso streaming: tras apenas tres semanas al aire, CNN+ anunció su cierre definitivo, efectivo a partir del 30 de abril.
Para finalizar, servicios como Netflix le han cogido el gusto a aumentar sus precios, sin tomar en cuenta los factores ya expuestos.
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