Cuando la verdad se usa de excusa
Desinformación, fake news y chismes son parte del menú diario gracias a las omnipresentes redes sociales y a los medios –formales e informales– que han encontrado en ellas su mina de oro.
No se trata de un fenómeno nuevo. Décadas atrás se llamaba propaganda, rumor o amarillismo, y cumplía el mismo propósito: manipular, desviar y entretener a costa de la verdad.
Lo que sí es reciente es la velocidad y la escala que permiten las plataformas digitales, una maquinaria que ahora se ve potenciada por la inteligencia artificial, con consecuencias que ni siquiera alcanzamos a dimensionar.
En este clima de desinformación permanente, el Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (Indotel) ha decidido lanzar una campaña de advertencia, apelando a la veracidad y a las buenas prácticas al compartir contenidos.
La iniciativa, presentada en la Feria Internacional del Libro, podría parecer necesaria y hasta oportuna. Sin embargo, la puesta en escena dejó en evidencia algo que lo empaña: la motivación política.
Bastaba con presentar cifras –como ese alarmante 62 por ciento de contenido falso en redes sociales– y ofrecer una radiografía del problema para darle seriedad al esfuerzo.
Pero el titular de la institución optó por deslizar una defensa de la gestión gubernamental, desdibujando la línea entre educación ciudadana y propaganda. En ese punto, la campaña perdió fuerza antes siquiera de arrancar.
El contexto no ayuda. En los últimos cinco años, los grandes anuncios tecnológicos del gobierno han quedado en promesas huecas: la Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial, los proyectos espaciales, las tierras raras, Amazon.
Todos compartieron el mismo destino: titulares exagerados sin resultados tangibles. La campaña de Indotel corre el riesgo de engrosar esa lista.
Al final, la lucha contra la desinformación exige constancia, mecanismos de verificación, alfabetización digital y un compromiso que trascienda coyunturas.
No se trata de consignas de feria ni de defensas políticas de ocasión, sino de construir confianza con acciones sostenidas. De lo contrario, seguirá pasando lo mismo: la mentira correrá a toda velocidad mientras la verdad apenas calienta motores.
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