Si hay un tema que ha hecho mucho daño a mucha gente, con alcance incalculable, ese es el de las criptomonedas y su falsa promesa de riquezas infinitas y fáciles. 

Lo que empezó como una especie de rebeldía contra el sistema financiero tradicional se ha convertido en tamaño problema que ha dejado a más de uno enganchado, con consecuencias que van desde declaraciones de bancarrota hasta suicidios.

Es más, si tomamos en cuenta el caso de El Salvador, que hace ya más de un año hizo una controversial apuesta a bitcoin que aún no ha dado sus frutos, podríamos decir que naciones enteras han quedado atrapadas en el fenómeno. 

2022 ha probado ser un año difícil para el entorno cripto en general, y a medida que se acerca el final las cosas tan solo han empeorado, revelando se paso el nivel de chapucería y la falta de regulación que permean todo el entorno. 

¿Quién pone el orden? Es difícil regular lo que no se conoce o no se entiende, y justo eso ocurre con todo el tema cripto. En China, por ejemplo, se han estado poniendo una serie de restricciones que son cada vez más fuertes, pero ello no ha impedido del todo esas operaciones. 

En el resto del mundo, de nada vale que los bancos centrales desaconsejen invertir en tales esquemas: la gente se deja llevar del brillo superficial que acompaña a bitcoin y demás. 

Pese al panorama presentado aquí, hay esperanza de que las cosas cambien: este lunes 12, a un mes del espectacular colapso de FTX, un criptointercambio que llegó a ser el segundo ms grande del mundo, su fundador y ex CEO fue arrestado en Bahamas.

Hablamos del ahora infame Sam Bankman-Fried, mejor conocido como SBF, quien parece haber estado todo el tiempo agazapado en ese país, quizás con la esperanza de no dejarse agarrar. 

Justo en Bahamas tenֵía su sede principal FTX, y por tal motivo las autoridades de ese país han declarado que, pese al arresto a pedido de Estados Unidos, seguirán haciendo su propia investigación sobre el caso. En ese sentido, Bahamas confiscó los activos digitales de FTX poco después del colapso.

Lo que pasó en FTX es una historia de ambición y intrepidez salidas de control, y la mejor manera de resumirlo es que se pretendió usar los tokens de FTX para mantener a flote otra compañía del imperio de SBF: Alameda Research, bajo el mando de la también infame Caroline Ellison. 

Tras el arresto de SBF, la gran pregunta es qué pasará. A simple vista parecería que todo el entorno cripto está a punto de colapsar, pero esa sería una conclusión apresurada y un tanto exagerada. 

Por el lado de inversionistas y público en general, toca analizar el panorama con detenimiento y tomar decisiones estudiadas en el caso de que nos aventuremos a participar en este mercado, siempre recordando la alta volatilidad y la escasa regulación que le caracterizan.

Las autoridades, por su parte, de cualquier país, harían bien en regular el asunto y no limitarse simplemente a dejar que las cosas fluyan de su cuenta en base a advertencias que no son suficientes. 

¿Veremos más arrestos y caídas estrepitosas? La apuesta es a que eventualmente caiga Binance, actualmente el mayor intercambio de este tipo, y ahí si es verdad que las cosas tomarán un giro definitivo.