Instan a los británicos a reducir a la mitad el consumo de carne y leche

28-10-2024
Buen Comer
Actualidad RT, Rusia
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La población británica debe reducir el consumo de carne y lácteos en un 50 %, según una sugerencia del Comité de Cambio Climático, un órgano independiente que asesora al Gobierno.

Desde la institución, creen que modificar la dieta es imprescindible para cumplir con el objetivo de cero emisiones netas de gases invernadero para 2050, recoge el periódico The Telegraph.

A los productos ganaderos se les debe encontrar sustitutos de origen vegetal. Luego, persuadir a los consumidores británicos para que varíen sus dietas será clave para conseguir disminuciones importantes en la emisión de gases, sostuvo el presidente del comité, Piers Forster.

Los incentivos económicos podrían incluir la reducción de subsidios a la ganadería, impuestos a los productos cárnicos y el control por reguladores de la publicidad de ciertos productos.

Antes de esta iniciativa, el comité, que existe en el Reino Unido desde el año 2008, advertía de manera permanente que el país estaba lejos de cumplir sus compromisos climáticos, cuyo año de referencia es 2030. La carta al Departamento gubernamental de Seguridad de Energía reza: «Establecer un objetivo no es suficiente. El Reino Unido debe respaldar sus compromisos internacionales a través de acciones aquí, en casa».

El grupo recomienda al Gabinete laborista que se plantee la nueva meta de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 81 % para 2035 respecto al año de referencia, 1990. Esto equivaldría a disminuir en 200 millones de toneladas el nivel actual, que alcanza los 384 millones de toneladas, calcularon en el periódico.

El Reino Unido tiene cerca de 10 millones de cabezas de ganado bovino y unos 32 millones de ganado ovino. David Handley, criador y propietario de 500 ovejas y 100 vacas, comentó al medio que «las cantidades de metano producidas por la agricultura son minúsculas en comparación con las emisiones del transporte y otros sectores».

«Pero estas normas y regulaciones están devastando al sector tanto como la capacidad del Reino Unido para producir su propia comida», añadió.