Afamado chef promueve prácticas alimentarias sostenibles
Mauro Colagreco es un jardinero con chaqueta de chef. Su restaurante Mirazur, en Menton, Francia, cuenta con un total de cinco jardines, donde cultiva productos que inspiran sus platos a diario. Como él mismo dice: “Me gusta decir que en Mirazur trabajamos al ritmo de 365 estaciones.”
Este compromiso con prácticas alimentarias sostenibles, que respetan los ciclos de la naturaleza, le ha ganado a Colagreco numerosos reconocimientos, entre ellos, tres estrellas Michelin y el título de Mejor Restaurante del Mundo en 2019. En 2022, también lo llevó a la UNESCO, donde fue el primer chef en ser nombrado Embajador de Buena Voluntad para la Biodiversidad.
La defensa de Colagreco de los ingredientes locales y sostenibles, así como de las técnicas culinarias tradicionales, está en sintonía con las acciones de la UNESCO para la biodiversidad, en particular con su Programa sobre el Hombre y la Biosfera, al cual apoya activamente.
Actualmente, la organización cuenta con más de 750 Reservas de Biosfera en más de 130 países, donde alrededor de 275 millones de personas buscan conservar los ecosistemas mientras apoyan el desarrollo sostenible.
Estos esfuerzos son esenciales hoy en día, cuando más de un millón de especies animales y vegetales están amenazadas de extinción, en gran parte debido a las acciones humanas. Para sensibilizar sobre este problema, Mauro Colagreco viajó recientemente a Cali, Colombia, para la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad COP16.
En la conferencia, Colagreco anunció el lanzamiento de su programa “Semillas para el Futuro”, que se centra en la educación alimentaria para niños y adolescentes. A través de actividades prácticas, como huertos escolares, talleres culinarios y visitas a granjas, esta iniciativa enseña no solo sobre nutrición, sino también sobre la importancia de prácticas alimentarias sostenibles, en consonancia con las nuevas iniciativas de la UNESCO para “ecologizar la educación” en las aulas.
Nuestras elecciones alimentarias, desde la producción hasta el consumo, tienen efectos concretos en nuestro entorno. Los hábitos alimentarios sostenibles pueden fomentarse desde una edad temprana a través de la educación. Me alegra que la UNESCO lleve este mensaje a la COP16 con la ayuda de una figura comprometida como Mauro Colagreco.
Durante su estadía en Cali, Colagreco también visitó la Galería Alameda, un mercado típico colombiano. Junto con el chef Harry Sasson, probó alimentos locales, de temporada y sostenibles, que luego presentaron en una cena para los participantes de la COP.
La gastronomía puede ser un potente vector de cambio. Realmente necesitamos proteger nuestro entorno, ya que la biodiversidad es la base de nuestra gastronomía y de nuestras vidas.