Guatemala, en el laberinto
La vida política guatemalteca se ve contaminada de manera estructural debido al saqueo de los recursos públicos, a la ausencia de partidos estructurados y con arraigo y por la conformación de una suerte de protectorado de hecho, en cuyas lógicas las pugnas políticas locales terminan por dirimirse no en las urnas, en el Congreso o en los juzgados, sino en las oficinas gubernamentales de Washington.