¿Te lo perdiste? «Tarascones» se presenta Guloya

17-03-2023
Teatro
Ojalá, República Dominicana
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Si el pasado noviembre 2022 usted, amigo lector, fue uno de los que se perdió la divertida comedia, con tintes de crítica social, Tarascones, esta es su oportunidad de verla.

La obra protagonizada por Yanela Hernández, Wendy Alba, Elizabeth Ovalle y Patricia Muñoz, se presenta en esta ocasión en Teatro Guloya los días jueves 16, viernes 17, sábado 18 y domingo 19 de marzo. Todas las funciones a las 8:30, salvo el domingo, que será a las 6:30 de la tarde.

A continuación, reproduzco, a modo de motivación para que usted no se la pierda, una reseña sobre la obra, que escribí en noviembre pasado.

Tarascones: carcajadas y reflexión

En un livingroom, cuatro señoronas se reúnen a jugar canasta. En una esquina, una mesa con bocadillos para amenizar el pequeño ágape. En la otra esquina, un minibar. Al centro, un finísimo sofá. Y en el fondo, una trama que envuelve los desmanes de la socialite, la vida de jet set, con sus vicios, opulencia, codicia, soberbia, adicciones, vulgaridades y hedonismo.

En países del sur de América se refieren a tarascón como sinónimo de mordedura, lo que en efecto ocurre en esta reflexiva comedia, que satiriza a una encumbrada clase regida por las banalidades.

El dramaturgo argentino Gonzalo Demaría destila su genialidad con maravilloso sarcasmo, impreso en «Tarascones». De todo ocurre en la perfumada habitación en la que las señoras declaman en versos sus triviales preocupaciones y concepciones de la vida.

¿Qué decir de la sinigual interpretación de Yanela Hernández, Wendy Alba, Elizabeth Ovalle y Patricia Muñoz? Excepcionales actrices, quienes bajo la dirección de Elvira Taveras, encarnaron a cuatro señoras de fatuo carácter, de incólume porte, pero que se desdoblan ante sus más ocultas pasiones y naturaleza.

Destaco, entre tan fantásticas actuaciones a Yanela Hernández, quien -en la piel de Martha- profiere una cuarentena de epítetos, con los que, con talentoso histrionismo, arrancó las más profundas carcajadas del público presente.

El desarrollo de la trama, la evolución de los personajes y el insospechado final no dejan espacio para otra cosa que no sea agradecer al elenco, dramaturgo, dirección y producción por tan buen teatro, cómico, entretenido, pero también reflexivo.

Ojalá se repita y ojalá sea pronto, más temprano que tarde, para que más dominicanos puedan disfrutar de esta obra aplatanada que tiene tanto que decir, tanto que divertir y tanto que enseñar.