Basilio Nova: 50 años de teatro, sudor, lágrimas y alegría

27-07-2024
Teatro
Ojalá, República Dominicana
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En la República Dominicana de 1974, en el populoso barrio de Villa Juana, entre sus calles, casas y callejones, estaba por ocurrir un acontecimiento que atravesaría el tiempo.

El joven Basilio Nova no había cumplido los 18 años cuando le confesó a su madre que se dedicaría al teatro. La decisión era irrevocable. Doña Lorenza, al escucharlo, le soltó estas palabras:

¡Ay, mi hijo! ¿Por qué mejor no te enganchas a la Policía? ¡Te me vas a morir de hambre!

En la memoria de Basilio, las palabras de su madre siguen intactas, pero su profecía falló.

“Afortunadamente no me he muerto de hambre. Vivo una vida digna con esta profesión que elegí como modo de vida y de sustento para mi familia”, despacha Basilio, con la sonrisa al viento, cincuenta años después.  

Sentado en la sala de teatro en la que hoy funcionan Nova Teatro y la Fundación Cúcara-Mácara, Basilio Nova relata que su vida, desde entonces, ha sido todo un espectáculo.

Previo a la confesión a su madre, ya había incursionado en el oficio, mediante el teatro social, de contenido político.

“Eran momentos difíciles con la dictadura ilustrada, como se le llamó a la de Balaguer. Cuando comencé, no pensaba que me iba a dedicar a esto como una profesión u oficio; poco a poco me fue invadiendo, arropando”, relata.

Mientras habla, Basilio pierde la mirada entre títeres que le quedan al frente y mueve las manos por momentos, como quien busca recuerdes con la intensión de que no se le escape ninguno. Como quien evoca la nostalgia con las pupilas.

“La motivación de la lucha por la libertad, por la democracia, la hicimos a través del teatro, montando obras de contenido social y llevando teatro por los pueblos, sindicatos, barrios”, narra.

“Recuerdo a compañeros del barrio, de lucha, de teatro, como Jesús Sosa, Reynaldo Disla, Ángel Mejía (fallecido) y otros”, agrega sin pausa.

Basilio se lo tomó muy en serio. En 1982 ingresó a estudiar teatro en la Escuela Nacional de Arte Dramático y más adelante obtuvo la licenciatura en la Universidad Autónoma de Santo Domingo.

El teatro, y no la policía, lo ha llevado a España, China, Taiwán, Cuba, México, Colombia, Puerto Rico, Estados Unidos, Brasil, Costa Rica y otros países en los que se ha presentado.

Basilio Nova protagonizó uno de los comerciales más icónicos de la República Dominicana, para promover el lanzamiento del Sistema 911 en el país.

Basilio Nova, que celebra este 2024 las bodas de oro de su matrimonio con el teatro, rememora sus luchas por la instalación de un teatro en Villa Juana, barrio de sus amores.

Lo que hoy es el Centro Cultural Narciso González, es un logro de Basilio y sus compañeros, quienes se atrevieron a soñar.

Basilio Nova, el sembrador, creó la Fundación Cúcara-Mácara en marzo de 1981, entidad cultural que tiene ya 43 años. En ese local, que sirve de academia para enseñar teatro, música y pintura, también se fundó Nova Teatro en 2019.

El tiempo no lo detiene. Basilio no deja de hacer ni de soñar: realiza el Festival Internacional de Teatro para la Infancia y la Juventud, que ya tiene 15 años, la Feria Internacional de Títeres y Objetos, talleres de formación de niños y adolescentes y el programa Teatro te Llega, mediante el cual viaja por barrios y pueblos llevando teatro.

Apoyado por su familia, Ana Jiménez, su esposa, productora de Cúcara-Mácara, y la joven Elsa Laura, su hija, quien hace de maquillista y maneja las redes sociales, que tienen en Instagram 6,642 seguidores Cúcara Mácara y 1,709 seguidores Nova Teatro. Ambas colaboran de manera voluntaria; Basilio cuenta con un gran soporte.

“El teatro me ha ayudado a vivir y a ser feliz. Cuando te pica ese gusanito, no hay manera de que se te salga. El teatro para mí es la sal de la vida», expresa.

Al momento de esta conversación, Basilio acababa de presentar “El Flautista de Hamelin”, a casa llena, un espectáculo de títeres que encantó a decenas de niños. La puesta en escena forma parte del calendario de actividades por los 50 años de Basilio Nova en el teatro.

Han sido 50 años de teatro, sudor y lágrimas. Pero también de alegrías y aplausos.

Basilio Nova durante la presentación de El Flautista de Hamelin en Nova Teatro.

Con las luces apagadas, terminada la función, al preguntársele si entiende que 50 años después valió la pena dedicarse al teatro, Basilio no vacila. Suelta unas palabras que parecen un suspiro:

“Ha valido la pena. Me siento muy orgulloso, satisfecho y alegre del espectáculo, de lo que hemos construido a través del tiempo”.