Por muchos años, el pueblo dominicano tendrá que agradecer a Danilo Medina el haber instituido el domingo también como un día de trabajo de los gobernantes dominicanos.

Los domingos eran los días de las Visitas Sorpresa del expresidente. Aviesamente incomprendidas por muchos. Acremente atacadas por los que hoy gobiernan. Torpemente evaluadas por teóricos del patio.

Las visitas de Danilo fueron, sin embargo, un admirable programa de trabajo y un formidable instrumento de transformación del campo dominicano. Procuraban, claramente:

1. Abaratar y agilizar el financiamiento de micro, pequeños y medianos emprendimientos.

2. Promover la asociatividad fortaleciendo las organizaciones campesinas (asociaciones, cooperativas…)

3. Contener la emigración del campo a la ciudad.

4. Fortalecer las capacidades administrativas y de gestión de las asociaciones.

5. Crear conocimiento entre los micro y pequeños emprendedores del campo.

6. Promover el uso de tecnologías en la gestión y en la producción.

7. Apoderar a los hombres y mujeres del campo haciéndolos parte del gobierno.

8. Asegurar la inclusión de esos sectores en la distribución de la riqueza nacional.

9. Acceso de micro, pequeños y medianos emprendedores al mercado nacional.

10. Contribución al programa de alimentación escolar y al aumento de la producción agropecuaria.

He ahí algunos de los más visibles objetivos de aquellas visitas del entonces presidente Danilo Medina. Responsables, además, de que el presidente Abinader tenga hoy que trabajar los domingos también.

Pero mientras los propósitos de las visitas de Danilo Medina estaban tan claros que la data que generaron está ahí a la disposición de todo el mundo, ¿sabe usted cuáles y cuán medibles son los objetivos de las visitas de los domingos del presidente actual?