Un nuevo año casi empieza,
hora de decir adiós.
Se va el dos mil veintidós
con sus triunfos y tristezas.

Se extinguieron ya los días
y se nos acaba el año,
para algunos ¡tan extraño!
Y para otros de alegría.

Cielos rasos y tormentas:
año de metas cumplidas
o metas desvanecidas,
pero un año, a fin de cuentas.

Que la paz sea el destino
en el año venidero;
sea el abrazo sincero
y placentero el camino.

¡Combatir a pesimistas!
Y a quien le tocó sufrir,
desear que el por venir
sea un año de conquistas.