De Yuri Gagarin a la Sputnik V
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Las peripecias del Perseverance en la superficie de Marte fueron la sensación en febrero de este año. Una gran hazaña de la tecnología informática y la inteligencia artificial.
Un 12 de abril, hace ya sesenta años, en una parcela de papas, una niña y su abuela vieron caminar hacia ellas una cosa anaranjada con un casco y estaban más que sorprendidas. La abuela le preguntó, cuando pudo verle la cara a través del cristal del casco:
- ¿De dónde sale usted?
- De una nave
- ¿Cuál? ¡Por aquí no hay mar!
- ¡Cayó del cielo!
Era Yuri Gagarin quien acababa de aterrizar con su paracaídas, después de una caída libre de siete mil metros, luego de realizar la primera órbita en una cápsula tripulada alrededor del planeta Tierra. Antes lo había antecedido la perra Laika, cuyo sacrificio sirvió para obtener información que permitiría enviar luego a un ser humano a hacer el mismo viaje.
La prensa occidental lo recuerda porque no se puede tapar el sol con un dedo y no se puede ocultar una hazaña de esa magnitud, pero no deja de agregar que el reconocimiento a Gagarin como Héroe Nacional fue un acto de propaganda rusa, con lo cual pretende minimizar la trascendencia de ese logro de la ciencia y la tecnología soviéticas.
Pero la cadena de hazañas había comenzado dos años antes, en 1959, con la puesta en órbita del primer satélite Sputnik, y luego con el segundo astronauta y la primera mujer en el espacio, Valentina Tereshkova, y seguiría con las naves Soyuz y finalmente con la estación orbital MIR, precursora de la actual estación espacial internacional.
Disminuir los logros de los demás, sobre todo cuando se trata de triunfos de países como Rusia o China, es algo que está de moda. Quien esto escribe, sin embargo, espera que la ciencia siga haciendo honor a la verdad por el bien de la humanidad y que se recuerde siempre sus logros con homenajes como el que se ha realizado al bautizar con el nombre del primer satélite puesto en órbita hace sesenta y un años, Sputnik V, a la primera vacuna contra el covid-19.
Angela Guerrero (Bióloga-Botánica. UASD)
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