Banco Agrícola: retroceso en un año de gestión

23-08-2021
Producción Alimentaria | Te lo aSegura Foster
Ojalá, República Dominicana
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Durante la  alocución de rendición de cuentas del Banco Agrícola, en ocasión del primer año de gestión de las nuevas autoridades, observamos que una gran parte estuvo caracterizada por la presentación de informaciones distorsionadas e imprecisas, especialmente cuando hace alusión al período dirigido por las pasadas autoridades, prueba inequívoca de que un año después, no tienen ni los resultados ni los argumentos necesarios para superar las realizaciones encontradas. 

Por tanto es nuestro deber y derecho esclarecerlas públicamente y así frenar la estrategia difamatoria que desde un principio se ha montado en contra del pasado gobierno, usándola como excusa por no tener respuestas oportunas a los constantes reclamos de la población, por la marcada ineficiencia e inexperiencia que han caracterizado los 365 días de su pésima gestión.

Es de todos conocido que nuestra administración se distinguió  por la transparencia, el fortalecimiento institucional y la adecuada cobertura del financiamiento agropecuario, lo que permitió el crecimiento constante de la agropecuaria a un ritmo de más del 5% anual durante el período 2012-2019, como se puede observar en los informes de la economía emitidos trimestral y anualmente por el Banco Central.

De igual modo, la sostenibilidad agroalimentaria en más de un 85% de los bienes que consume nuestro país, gracias al apoyo financiero dado cada año al Banco por parte del Gobierno Central, asegurando estabilidad de precios y rentabilidad al productor.

En ese orden, el actual administrador indica que encontró un sector altamente endeudado, cuando la realidad fue que recibió una institución con una cobertura de financiamiento casi total, a una tasa del 8% anual, la cual no afecta al productor y mucho menos al banco.

Es por eso que, a pesar de la pandemia, la estructura de producción del campo permitió que en el país no hubiera desabastecimiento de los bienes agrícolas necesarios para el consumo a precios  adecuados para productor y el consumidor, lo cual no ha pasado en la actual administración, en la que los bienes o han escaseado o se ha  especulado con los precios, estando los costos de producción por encima del precio de venta del productor, razón por la que estos han preferido botar producciones completas de cebollas, mangos, zanahorias, leche, entre otros.

A ese sector agrícola que llama erróneamente sobreendeudado y que le  han otorgado préstamos por RD$25 mil millones, lo que encontramos contradictorio, si tomamos en cuenta el desabastecimiento imperante, en realidad dichos valores han ido a parar al propio gobierno, otorgando miles de pesos en financiamiento al Ministerio de Agricultura (hasta para pago de nómina) y el Ministerio de Medio Ambiente.

También el Instituto Agrario Dominicano, el Instituto Dominicano de Investigaciones Agropecuarias y Forestales, la Aseguradora Agropecuaria Dominicana, S. A. y a grandes empresas del sector privado, con el agravante de que esos financiamientos se han reciclado, para colocarles tasa cero y posteriormente cancelados para otorgarlos nuevamente a la tasa normal.

Esta práctica se convierte en un factor distorsionador que duplica las estadísticas de financiamiento, presentando las mismas en simples números maquillados, lo cual se demuestra en los Estados financieros del Banco, en donde la cartera propia de la institución a julio 2021 es de unos RD$27 mil 300 millones, mientras que a julio del 2020 era de RD$24 mil 700 millones. 

Al observar ese dato, resulta contraproducente hablar de financiar más de RD$25 mil millones que no sea mediante el maquillaje de los financiamientos otorgados, sumados a los préstamos de miles de millones a instituciones del Estado,  sin el respaldo ni autorización de la ley de crédito público ni la Contraloría General de la República.

Se habló también de retrasos en la aplicación de la  tecnología del Banco, sin embargo, un año después continúa en uso, sin haber hecho un solo cambio en lo que tiene que ver con los registros, no así en la estructura organizacional de ese departamento, que ha implicado duplicidad en  la nómina, porque añadieron nuevos puestos de dirección y sobresueldos a directores fuera de la estructura salarial.

Sumado a esto, no se ha observado en las publicaciones de sus resoluciones ninguna relativa a algún concurso sobre actualización de tecnologías, a menos que dicho proceso se esté llevando de forma administrativa, sin considerar  la aplicación de  la ley de Compras y Contrataciones.

El sector tecnológico es altamente cambiante, pero la realidad es que al terminar la gestión en agosto 2020, tanto el personal como los  clientes del banco contaban, y aun cuentan, con los mecanismos tecnológicos para hacer presolicitudes de financiamiento en línea, solicitar transferencia de recursos desembolsados, realizar pagos a través del sistema financiero a sus préstamos o sus cuentas de ahorros mediante la banca nacional y el Banco Central.

Nos preguntamos, ¿cómo pueden criticar algo de lo que en un año no han hecho nada positivo que no sea un aumento salarial y ampliación de la estructura organizacional?

Planteó que había realizado aportes al Banco para dotarlo de capacidad financiera, pero resulta que al cierre de julio 2020 la disponibilidad del Banco fue de RD$1,523 millones, suma similar a la que recibieron el 16 de agosto 2020, y que se mantenía al cierre de ese mismo mes, por lo tanto, el banco estaba adecuadamente capitalizado y el campo suficientemente financiado. 

En la presentación, el administrador trató nuevamente de resaltar como un logro el aporte de RD$5 mil millones de pesos a tasa cero por parte del gobierno central, realidad que no pueden probar, y mucho menos que llegaron a doce mil productores financiados con esos fondos, ya que como mencionamos anteriormente, el 80% de esos recursos fueron destinados a financiar  instituciones del sector agrícola del gobierno central y a grandes empresarios, 5% para pago de comisiones cobradas indebidamente y apenas un 15% fue prestado a pequeños y medianos productores.

Por tanto, no es cierto que esos valores incidieron en algo positivo para el sector, ni para el banco, ya que realmente no llegaron a una buena parte de los productores y la tasa de interés del 8% anual  no fue un problema para el financiamiento agrícola.

A continuación, presentamos los cambios que se observan en los Estados Financieros, la nómina y resoluciones aprobadas en este año de la nueva gestión.

  • Subvaluación del gasto de cartera: La aplicación de prácticas no acordes a normas contables ni métodos de registro de ingresos, por este concepto se estima al comparar con el histórico del Banco, que la subvaluación en el registro es mayor a RD$42.4 millones y al mismo tiempo en más de RD$50 millones, por la generación de ingresos en cartera, que según normas contables no debió estar generando ingresos, al tener vencimientos mayores a 90 días, sin embargo, han sido modificados con prácticas contables abusivas y exageradas en cartera sin capacidad de pago, haciendo un uso y abuso de aquella facilidad de modificar 3 cuotas que autorizó la Superintendencia de Bancos de manera excepcional en el año 2020 y por un periodo determinado, en interés de mitigar los efectos de la pandemia. Ahora se utiliza como un procedimiento inadecuado de manejo de cartera.
  • Incremento delos gastos: Los gastos administrativos, que incluyen: nómina, financiamientos vehículos, viáticos e incentivos al personal, se han incrementado en el último año, según se observa en los Estados Financieros, desde RD$756.2 millones en julio 2020  hasta RD$912.78 millones en julio 2021, para un aumento de RD$156.5 millones, destinado a beneficiar personal de nuevo ingreso, caracterizado por sobre sueldos, puestos fuera de organigrama institucional, puestos con duplicidad de funciones y de personal para una misma posición. 
  • Abultamiento de nómina: Cuando se examina la nómina dejada a agosto 2020, se observa que existían 896 empleados activos, con un monto total de RD$42.5 millones, a julio 2021 ha sido aumentada en más de 150 empleados y llevada a RD$53.5 millones mensual, para un aumento nominal de RD$10.9 millones mensual y más de RD$132 millones anual, proyectados para este año 2021. En esto se observa una enorme contradicción con los éxitos planteados por el gobierno en términos de reducción de gastos.
  • Dietas de Directorio: Este año se observó y se hizo eco la prensa de pagos de RD$100 mil pesos mensuales al Ministro de Agricultura, lo cual es un hecho ilegal que se suspendió ante la denuncia,  pero no se reembolsaron los valores cobrados ilegalmente.
  • Préstamos para nómina al Ministerio de Agricultura: Se denunció en los medios digitales que el Banco ha expedido todo tipo de préstamos al Ministerio de Agricultura, hasta para el pago de nómina. Todo ello fuera de normas y reglamentos para tales fines.
  • Comisiones de tasa cero: Las autoridades del Banco aprobaron que más de RD$250 millones de los fondos de tasa cero, sean destinados a registrarse como ingresos al Banco, autogenerando ingresos de su propio capital, siendo esto una práctica cuestionable en términos bancarios y contables. 

En general, este año en vez de promover resultados positivos ha sido de retroceso institucional del Bagrícola, donde solo se observan medidas tendentes a favorecer económicamente al personal de ingreso nuevo, mediante el incremento de beneficios personales, financiados a través de subvaluación de los gastos e inadecuada prácticas contables, a los cuales se le han asignado sueldos anteriormente establecidos mediante una escala salarial que contó con el visto bueno del Ministerio de Administración de Pública (MAP), y a la que se tenía acceso en un periodo mínimo de tres años, mientras que  ahora se aplica de forma preferencial, excluyendo discriminatoriamente a personal con más de 20 años en el Banco. 

Igualmente, se destacan los sobresueldos, puestos fuera de estructura, aumento de gastos para financiar vehículos, dietas del personal, aumento de nómina y eliminación de cumplimientos a normas bancarias. Todo esto aumenta el riesgo del banco y su sostenibilidad institucional.

Otras operaciones realizadas en este primer año que en el tiempo le van a generar cuantiosas pérdidas al Banco, se verán reflejadas en la recepción de propiedades como dación en pago de deudas, y en la posterior venta de estas.

Finalmente, entendemos que se hace necesario y urgente una revisión a esa entidad por parte de la Superintendencia de Bancos, en procura de analizar las medidas de incrementos de gastos de personal, creación de puestos innecesarios, subvaluación del gasto de cartera, práctica abusiva y extensiva de forma irregular de modificación a financiamientos en procura de evitar gastos y transparentar el mismo y, además, revisión de todos los factores de administración por gestión.