La moda sostenible (también llamada ética) está de moda en París, en Londres, en Nueva York, en Madrid, pero también en la provincia de Cáceres. Y es que no solo está implicada en la reducción de las emisiones de CO2, la sobreproducción de prendas, la acumulación de residuos textiles, el apoyo a la biodiversidad y el fomento de condiciones laborales justas, sino que también se preocupa por la artesanía como medio para ofrecer un trabajo más respetuoso con el medio ambiente y las comunidades rurales.

Precisamente para apoyar este último punto e impulsar la colaboración entre artesanos del medio rural y diseñadores e interioristas de la talla de Alía y Nieto, la Red Española de Desarrollo Rural (REDR) y Redeia (antes Grupo Red Eléctrica) han puesto en marcha el Primer Encuentro de Moda y Artesanía en San Martín de Trevejo (Cáceres).

Todo suma, y ningún esfuerzo es vano a la hora de concienciar a los consumidores de las bondades de adquirir prendas, muebles y objetos hechos a mano, realizados en España, de mejor calidad y durabilidad. Porque además de medioambientalmente correcto, es un lujo en estado puro ya que una de las prerrogativas de los objetos de lujo (por si a alguien se le olvida) es el savoir-faire artesanal que les da vida.

Además, los oficios artesanos son el revulsivo para frenar la despoblación y diversificar la actividad económica del medio rural. Gracias a ellos los turistas se sentirán atraídos por tierras tan generosas gastronómica, arquitectónica y artesanalmente hablando como Extremadura, pero también los diseñadores de nuestro país tendrán un referente para encontrar proveedores únicos entre los artesanos de oficios ancestrales, que es justamente lo que pretende el proyecto Oficios en REDR.

De hecho, algunos de los diseñadores españoles más emblemáticos llevan años practicando la moda ética, como Moisés Nieto, quien, además de utilizar complementos artesanales en sus colecciones, ha impulsado una plataforma de mujeres artesanas, La Hacería, para poner en contacto a diseñadores y artesanos.

Y como no hay nada mejor que poner rostro a una iniciativa, y para emprender el recorrido por El sendero de los oficios, que comienza en San Martín de Trevejo, los organizadores han elegido a dos figuras del diseño y de la moda de gran relevancia, comprometidos de pies a cabeza, como son Tomás Alía y Moisés Nieto.

Y es que la moda ética o sostenible, como queramos llamarla, recurre al trabajo artesanal tanto como el interiorismo, la decoración y la arquitectura. De ello sabe mucho el interiorista y fundador del Estudio Caramba Tomás Alía. Considerado el arquitecto de la luz, este lagarterano universal es embajador de Michelangelo Foundation en España, fundación con sede en Ginebra y creada por el dúo de Richemont -Johann Rupert y Franco Cologni- en 2016, que se dedica a proteger la excelencia artesana europea.

Ambos, Moisés Nieto y Tomás Alía, que moderaron este encuentro, han coincidido en la necesidad de formar a los nuevos aprendices para que el conocimiento ancestral de los oficios no se pierda, pero también en la importancia de vincular la artesanía con el mundo del diseño, la decoración y la moda. Un tándem perfecto del que, sin duda, nacerán creaciones cien por cien Made in Spain, cien por cien únicas.

Con ellos dos como cicerones, acompañados de Isabel Álvarez, la única artesana en el mundo que realiza bolsos, complementos, muebles y objetos de decoración utilizando piel, con pelo, de la vaca tudanca (cántabra), nos adentramos en el fascinante y a veces olvidado universo de los oficios artesanos que se practican en nuestro país, concretamente en la provincia de Cáceres.

Es así como conocemos a Antonio Moreno, tinajero de Torrejoncillo, con más de diez generaciones de tradición alfarera a sus espaldas, y a María José González, la única artesana en el mundo que realiza la Gorra de Montehermoseña con la que salían al campo y se tocaban para las fiestas las vecinas de esta localidad y elegida para ilustrar una exposición con motivo de su 30 aniversario de la revista Vogue en 2018.

Y ahondando en los oficios y en la geografía cacereña, visitamos el taller de Alejandro Roso, zapatero de Torrejoncillo que trabaja para grandes y conocidas firmas del calzado; a Mª Ángeles Hoyos y Marcos López (madre e hijo), vecinos de Villamiel y artesanos de primera y segunda generación, respectivamente, que comercializan sus productos en ferias y a través de su página web; a Mª José López Casillas, de 70 años, natural de Acebo y única gran maestra del encaje de bolillos que queda en España y a Rocío Bueso, vecina de Moraleja y especializada en el picado de faldas extremeñas como lo hacían sus antepasadas, con brasas de carbón.

Si bien es cierto que la labor de Alía y Nieto -así como de todas las instituciones que avalan este proyecto de desarrollo rural- son la clave de su éxito, también lo es nuestro papel en el consumo responsable de productos de moda y diseño. Viajar nos abre siempre los ojos (y la mente) y hacerlo bajo el cielo y la gente extremeños asegura un plus de clarividencia.