Se desploma La Cruz Manzanillo: ingresos caen 95 % al pasar de 28.4 a 1.4 millones
Manzanillo, Montecristi.- El Centro Bahía de Manzanillo para el Desarrollo Regional (Cebamder) ha revelado que el histórico Proyecto La Cruz Manzanillo está al borde de la desaparición debido a una alarmante crisis productiva, económica, financiera y administrativa.
De las 33,000 tareas de tierra disponibles, la superficie sembrada ha disminuido drásticamente, pasando de 12,316 tareas entre enero y septiembre de 2020 a apenas 1,096 tareas en el mismo período de 2024, una caída del 91.12%, según datos presentados por la organización.
Frank Valenzuela, presidente de CEBAMDER, explicó que esta situación ha provocado una caída estrepitosa en los ingresos del proyecto. «Los ingresos por ventas de productos agrícolas se desplomaron de RD$28,403,230.91 en 2020 a solo RD$1,463,816.00 en 2024, lo que representa una disminución del 94.85%. Este colapso financiero es insostenible y amenaza la viabilidad del complejo», aseguró Valenzuela.
La producción agrícola sufrió un colapso sin precedentes. La superficie total sembrada disminuyó un 91.12%, de 12,316 tareas en septiembre de 2020 a solo 1,094 tareas en septiembre de 2024. Cultivos emblemáticos como el guineo y el plátano registraron caídas del 89.71% y 94.37%, respectivamente. El cultivo de tomate desapareció por completo, mientras que la introducción de la auyama con 53 tareas resulta insuficiente para compensar la pérdida.
Valenzuela enfatizó que, paradójicamente, esta crisis se ha desarrollado a pesar de que en el período enero-septiembre de 2020, en medio de la pandemia del COVID-19, cuando la actividad económica mundial y nacional estaba paralizada, el proyecto logró mantener niveles aceptables de producción e ingresos. «Es inconcebible que en tiempos de recuperación económica estemos experimentando peores resultados que en plena pandemia», destacó.
Las cifras presentadas por CEBAMDER son el resultado de una solicitud al Ministerio de Agricultura bajo la Ley de Acceso a la Información Pública sobre la situación económica y financiera del Proyecto La Cruz Manzanillo. «Estos datos oficiales confirman el colapso que hemos estado denunciando y que afecta no solo al proyecto sino a toda la región noroeste», reveló el presidente de la organización ciudadana.
Valenzuela destacó la brusca caída de las inversiones del proyecto, que disminuyeron un 22.56%, pasando de RD$360,031,677.00 a RD$278,867,130.00. El patrimonio del Estado Dominicano en el proyecto también se redujo en un 73.04%, de RD$372,083,415.00 a RD$100,324,348.00. «Estas cifras evidencian una pérdida significativa de valor y cuestionan la viabilidad y el retorno social de esta iniciativa», explicó.
La situación de los activos y pasivos del complejo es igualmente preocupante. Los activos corrientes cayeron un 83.20%, afectando la liquidez y la capacidad de afrontar obligaciones a corto plazo. Mientras tanto, los préstamos por pagar aumentaron un 136.66%, señalando una mayor dependencia del endeudamiento para operar. «Este desbalance financiero es una señal de alerta que no podemos ignorar», aseguró Valenzuela.
Además, el presidente de CEBAMDER denunció que es inadmisible que, con una caída tan brusca de los ingresos en los primeros nueve meses de 2024, los gastos generales y administrativos ascendieran a RD$54,030,597.00. «Esto representa solo una disminución del 28.19% respecto a 2020, cuando deberían haberse ajustado mucho más. Es inaceptable que por cada peso generado en ingresos se estén gastando RD$36.92 en gastos administrativos. Esta gestión es insostenible y agrava la crisis financiera del proyecto», puntualizó.
Valenzuela también resaltó la caída de las donaciones y gastos sociales, que se desplomaron un 98.17%, pasando de RD$3,534,763.00 a solo RD$64,800.00. «Este recorte afecta directamente a las comunidades pobres de la zona noroeste, agravando las condiciones de vulnerabilidad y pobreza en la región», lamentó.
En medio de esta crisis, Valenzuela reconoció el esfuerzo del nuevo administrador, Julio César Estévez, recientemente designado, quien ha intentado dar transparencia a la dirección del complejo y ha desvinculado a gran parte del equipo responsable de la crisis, logrando ahorrar casi un millón de pesos mensuales. «Estévez ha tomado medidas valientes, pero se enfrenta a una situación heredada sumamente complicada», apuntó.
Entre los desvinculados se encuentran Pablo Ramos, exgerente financiero; José Alcibíades Escarfuller, exsubdirector técnico; y Gladis Rivas, exdirectora de la junta distrital de Palo Verde, quienes recibían salarios que oscilaban entre RD$40,000 y RD$100,000 mensuales. «La nómina inflada era insostenible y estaba drenando los escasos recursos del proyecto», explicó Valenzuela.
Para revertir esta situación crítica, CEBAMDER propone una reingeniería estratégica del Proyecto La Cruz Manzanillo. «Es imperativo solucionar el problema del agua, esencial para la sostenibilidad del proyecto, y despolitizar sus acciones para transformarlo en una institución rentable y productiva», afirmó el presidente de la entidad.
Valenzuela sugiere además implementar medidas como la realización de una auditoría financiera completa, la reestructuración administrativa y el desarrollo de un plan estratégico que permita enfocar el complejo en la producción agroalimentaria. «Con una visión estratégica, La Cruz Manzanillo podría abastecer de banano al sistema educativo de la región noroeste y del país, contribuyendo a la seguridad alimentaria y dinamizando la economía local», detalló.
Asimismo, CEBAMDER propone acciones adicionales como mejorar la gestión del recurso hídrico, implementando sistemas de riego eficientes para optimizar el uso del agua; desarrollar alianzas público-privadas, colaborando con empresas y organizaciones que aporten inversión y tecnología; e implementar programas de capacitación para fortalecer las habilidades técnicas y administrativas del personal.
La estrategia propuesta se centra en una transformación integral que abarca aspectos financieros, operativos y sociales. Inicialmente, se enfatiza la necesidad de detectar irregularidades y optimizar costos, ajustando salarios según el rendimiento y aumentando la transparencia financiera. Paralelamente, se busca diversificar la producción y adoptar tecnologías agrícolas modernas para aumentar la eficiencia, mientras se capacita continuamente al personal y se optimiza el uso del suelo y los recursos hídricos.
Finalmente, la estrategia incluye fortalecer el compromiso social y ambiental del proyecto. Esto implica involucrar a las comunidades locales en el desarrollo agrícola, fomentar programas sociales asociados a la producción y asegurar el cumplimiento de regulaciones legales y normativas. Promover prácticas agroecológicas sostenibles, impulsar la innovación y la investigación en nuevas variedades cultivables, y reforzar el marketing y la promoción de los productos locales son acciones clave para garantizar la sostenibilidad y el impacto positivo del proyecto en la región.
«Solo con una visión integral y acciones concretas podremos rescatar este proyecto que es clave para la seguridad alimentaria y el desarrollo regional», sostuvo Valenzuela.
El presidente de CEBAMDER hizo un llamado a las autoridades y a la sociedad en general para prestar atención a esta problemática. «No podemos permitir que un proyecto de tanta relevancia desaparezca. Es necesario actuar con prontitud y decisión para salvar La Cruz Manzanillo y, con ello, impulsar la economía agroalimentaria de la región noroeste y de la República Dominicana», concluyó.