Peste Porcina Africana contra estadísticas porcinas dominicanas

12-08-2022
Producción Alimentaria
Noticias 22, República Dominicana
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Las estadísticas existentes de la actividad porcina en la República Dominicana antes de la introducción de la Fiebre Porcina Africana no pueden ser vistas solo por la cantidad de cerdos que se producían, sino, más bien, por el impacto económico, social y político de su intrincada red de producción que iba desde el productor más humilde hasta la más encumbrada tecnología de producción porcina, permitiendo así que el consumidor final adquiriera un producto de buena calidad a precios naturalmente aceptables.

Según los datos del Ministerio de Agricultura y la Dirección General de Ganadería, el número de productores comprometidos con la actividad porcina nacional, antes de la entrada de la enfermedad, rondaba los 20,500 productores entre pequeños, medianos y grandes productores tecnificados, que obtenían el 70% de la carne consumida en toda la geografía nacional, siendo importado el 30% restante que llega al país de forma congelada.

Cientos de plantas de sacrificios, procesadoras de carnes, embutidoras, instituciones farmacéuticas, plantas de alimentos, bancos y cientos de miles de personas se ven afectados por los efectos devastadores de esta enfermedad, impidiendo su desarrollo, eliminando todos los cerdos con su presencia, diezmando las economías populares hasta la miseria, tambaleando a las grandes corporaciones económicas y aumentando considerablemente las importaciones de carnes de cerdos.

El 28 de julio del 2022 se cumplió un año de haber sido diagnosticada la FPA en República Dominicana y la producción de hembras reproductoras se redujo de 110 mil animales a 40,000.

Esto debido a la mortalidad producida por la enfermedad en granjas de todo tipo, disminución de la producción al 50% por el temor de productores en hacer inversiones en una aventura sin esperanzas, falta de medidas adecuadas por parte de las autoridades, faltas graves en los controles de movimientos de animales, imposibilidad de mejoras genéticas por falta de semen y hembras de reposición, entre otras.

Los productores dominicanos deben saber que atravesando esa situación, no pueden competir en el mercado nacional, que ahora producen menos, con más inversiones en bioseguridad, personal, desinfección continua, controles de todo tipo y con la incertidumbre de que pueden ser sorprendidos con un diagnostico positivo a fiebre Porcina Africana.

El impacto es demoledor, pues la crianza de animales de cualquier especie se traduce como perseverancia, dedicación y pasión, pero también, es sufrimiento, trabajo y dolor, perderlo todo. Es un golpe de efecto casi mortal.

De acuerdo a informaciones de la Dirección General de Ganadería y la Dirección General de Aduanas, las importaciones de carnes de cerdos antes de la FPA rondaban el 30%, ahora, un año después, ya están en un 63% y para diciembre de este año llegaran a más del 70%, lo que sacara del mercado laboral a miles de empleados que tenían en esta actividad su empleo asegurado.

No estamos de acuerdo con las medidas hasta ahora realizadas por las autoridades correspondientes. Creemos que no hemos llegado a ninguna parte, la FPA no se trabaja así. Entendemos que tenemos las herramientas necesarias para enfrentarlas, tenemos un laboratorio que estaba preparado técnicamente para el diagnóstico, y que a través de una ayuda del Ministerio de Agricultura de los Estados Unidos se han introducidos valiosos equipos de la más alta tecnología para el diagnóstico de la PPA.

Los técnicos veterinarios de cada una de las regiones están lo suficientemente preparados para enfrentar cualquier situación que se le presente, un ejemplo digno fue el caso de los veterinarios de la Línea Noroeste: Dajabón, Montecristi Santiago Rodríguez y Valverde, que en innumerables veces dieron la voz de alarma de que estábamos en presencia de la FPA meses antes de ser diagnosticada, hoy están marginados por burócratas y profesionales de áreas muy distintas a la Medicina Veterinaria que es una profesión honorable, pero quienes dirigen son contables, empleados administrativos y fichas políticas de poca monta.

Tenemos profesionales como el doctor Julio Concepción, Patólogo con alta responsabilidad en su profesión, protagonista de primera línea en el acontecer de todas las enfermedades de los animales, el doctor Orlando Sánchez Díaz profesional honesto, con personalidad y toma de decisiones, quien hizo valiosos aportes en la FPA que azotó la RD en el 1978 y que fue responsable de la eliminación de todos los cerdos del país y luego de la repoblación porcina nacional.

En la Dirección General de Ganadería, tenemos varios especialistas en cerdos, pero ninguno son utilizados, hoy todos los técnicos y profesionales que tienen experiencias en esta enfermedad están fuera del programa de la FPA, incluyendo los especialistas internacionales que vinieron a colaborar al inicio del problema.

Somos partícipes de que se abran las puertas a las ayudas internacionales que nos han ofrecido, sin entregar la soberanía nacional, entendemos que las medidas que nos quedan para enfrentar la FPA, son tres:

1- Eliminación de todos los cerdos en el país. Con ellos se eliminarían enfermedades como la PPC y otras que impiden el desarrollo de nuestra porcinocultura, para entonces iniciar esta actividad desde cero, con Procedimientos para Manuales de Bioseguridad, Certificación de Granjas Porcinas y Auditorias.

2- Preservación de las granjas que no han sido afectadas por la enfermedad con las correspondientes inversiones en bioseguridad, y la implementación de pruebas en diagnóstico de PCR tiempo real en las propias granjas y en las plantas de sacrificios con instrumentos portátiles, que actualmente tenemos en el país.

3- Cambios de autoridades con verdadera vocación de servicios y profesionales del área de la medicina veterinaria.