Hablemos de cerdo y su situación actual. Los datos indican que las importaciones de carne de cerdo ganan, cada año, más espacio en el mercado dominicano. En 2019, estas representaron 65.4 millones de dólares, mientras que en el año 2022, alcanzaron la gigantesca suma de 228.7 millones de dólares.

Eso es, un crecimiento de 163.3 millones de dólares, equivalente a un 250%. En términos de volumen, las importaciones de carne de cerdo pasaron de 43,000 toneladas (t) en 2019 a 115,000 toneladas en 2022, para un incremento de 72,000 t, equivalente a 167%.

Los datos de importaciones en el primer trimestre del 2023, indican que la RD es el 6to mayor destino de las exportaciones de carne de cerdo desde los Estados Unidos, registrando un volumen de 37 millones de libras o 16,818 t. Esto es, 132% más que el primer trimestre del año 2022.

Dos razones fundamentales han contribuido a ese significativo incremento de las importaciones:

1- La entrada de la Peste Porcina Africana a mediados del año 2021. Una enfermedad viral que causa la muerte de los cerdos en un periodo corto.

2- La eliminación del pago de aranceles a la importación de carne de cerdo procedente de los Estados Unidos, bajo el DRCAFTA. La entrada de la PPA ha sido terrible y desastrosa para el subsector porcino dominicano y la gestión de la erradicación de la enfermedad deficiente, manteniendo un clima de incertidumbre.

Todo esto resulta en una drástica caída del nivel de autosuficiencia productiva de esta importante fuente de proteína animal, que ha pasado de 65% en 2019 a 30.3% el año pasado. Para el subsector productivo ha provocado pérdidas económicas importantes y centenares de empleos para RD.

Otro aspecto que ha traído incertidumbre al subsector es el anuncio de probar en cerdos, unos biológicos, procedentes de Vietnam que su uso no ha sido aprobado por la Organización Mundial de Salud Animal. Probar biológicos aumenta el riesgo de introducir nuevas cepas de PPA a República Dominicana.

En resumen, la entrada de la PPA al país y sus negativas consecuencias en términos de pérdidas económicas y de empleos es un claro ejemplo de la gran debilidad y necesidad de invertir en sanidad agropecuaria, a fin de proteger la RD de la entrada de nuevas plagas y enfermedades.