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Los bosques son como esponjas: absorben agua del suelo y devuelven al aire vapor de agua. Transpiración. Es un proceso vital para el microclima a su alrededor, sobre todo los bosques nublados, envueltos en neblina durante varias horas del día por la condensación de esas nubes sobre la vegetación. Por eso la humedad relativa del aire allí está cerca del 100% casi todo el año, y más si son montañas, como Las Filipinas, Bahoruco oriental.

Destruir ese bosque no solo destruye su biodiversidad sino que rompe el ciclo hidrológico en las micro cuencas de ríos y arroyos que allí nacen.

Sin el bosque no hay neblinas ni  condensación ni transpiración y toda la lluvia se infiltrará rápido a los acuíferos y se perderá en los cortos cursos de agua que pronto desaparecerán al menos en la estación seca, como pasa en El Mulito, de Pedernales, y en la Salcedo a, cuencas sobre roca caliza víctimas de la deforestación.

No hay que vivir allí para saber eso, señores ministros de Minería y Medioambiente. Quien esto escribe debe su título de Bióloga a esa región, ha asesorado a varios maestrantes de la zona, rica también en recursos humanos, no solo en biodiversidad, y nadie nos va a decir cómo proteger nuestro patrimonio natural. Todos somos el Bahoruco Oriental.

Ángela Guerrero. Bióloga (UASD)