La Sociedad Ecológica del Cibao (SOECI) y el abogado Carlos Balbuena, de la Asociación de Ganaderos de Puerto Plata, denunciaron la deforestación en la falda de la loma Isabel de Torres y en el pico Diego de Ocampo.

La Fundación Océano Limpio, por su parte, desde febrero de este año está denunciando la acumulación de basura en las playas y costas de Puerto Plata y solicitando ayuda para la limpieza de playas.

En Cabarete, protesta SOECI también por la amenaza de relleno de un humedal, privatización de la playa El Encuentro e intento de extracción del aluvión del río Yásica.

Por otro lado, comunitarios de Maimón denunciaron extracción abusiva e ilegal de agregados con la consecuente destrucción de la vegetación y los arroyos que ésta conlleva.

Puerto Plata está en un verdadero estado de emergencia ambiental, como sugiere SOECI, porque esa provincia, desde 2013, está en las noticias casi cada dos años por inundaciones tan pronto ocurre alguna vaguada. Esto así, precisamente, por la falta de protección de Isabel de Torres.

Esa montaña es crucial para el microclima y la hidrografía de Puerto Plata, junto con Diego de Ocampo. Pero su papel va más allá porque son áreas protegidas—aunque parece ser que tan solo en el papel—porque albergan especies tan importantes y emblemáticas como la lucia gigante de La Española y el anís de estrella criollo. Ambas son especies endémicas de la isla y en peligro de extinción. Además de muchas otras especies de flora y fauna nativas y endémicas.

Entonces, señores de Medioambiente y autoridades municipales de Puerto Plata, ¿van a matar la gallina de los huevos de oro del turismo? ¿O creen que los turistas seguirán llegando a ver basura en las playas, calles inundadas, infraestructura dañada y humedales rellenos para sustituirlos por hoteles que violan la ley de costas?

Con esa destrucción de sus recursos naturales Puerto Plata, su biodiversidad y su población, estarán pronto entre los damnificados del cambio climático.