No está en la sábana

11-05-2022
Quiero que sepas
Ojalá, República Dominicana
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El desmedido afán gubernamental por querer abordar todos los temas sin tener previa respuesta, solución o plan, pone de manifiesto una propensión hacia la improvisación, que supera todo entendimiento.

Sugerir que la pobreza se cura con conocimiento del idioma inglés, avergüenza internacionalmente al Presidente de cualquier nación. Por hacerse el gracioso, hizo el ridículo.

Despistado, también define el Sistema 911 como centro de llamadas y admite el deterioro del programa en su gobierno, con el baladí pretexto de que la ampliación sin ambulancias es causante del desastre.

Lo extraño en su planteamiento cósmico es que el 911 funcionaba de forma eficiente antes de su llegada al poder, con las extensiones que se hicieron. El deterioro vino después, no antes.

En una hilarante participación con ciudadanos, anunció el Presidente otro plan de seguridad, con el que suman cuatro: la reforma policial, la asistencia de carabineros de Chile, la asistencia del Gobierno de Colombia y ahora la asesoría de la Policía de Nueva York.

En unas declaraciones cargadas de desvaríos, maquinaciones, planes huecos y teorías de conspiración, estuvo presente la mentira: decir que no ha tomado la decisión de reelegirse, mientras la dirección de su partido lo anunciaba horas antes, parece cuadro de comedias.

Insistir en culpar a cualquier otro del desastre propio, cansa. Es un cuento que ya nadie se come. La gente sabe que la fiebre no está en la sábana.