El  03 de marzo es el Día Mundial de la Flora y la Fauna Silvestres, también Día Mundial de la Naturaleza, designado por la ONU en 2013, para conmemorar la firma, en 1973, de  la Convención  Internacional para el Control del Tráfico de Especies (CITES).

La lista roja de flora del Ministerio, de 2011, recoge 547 especies bajo algún grado de amenaza y la del Botánico, en 2016, registró casi el doble, 1,388 especies amenazadas. En sólo cinco años pasamos de un 9.12%, aproximado, a un 24%.

Las familias de plantas con más especies amenazadas son las palmeras, con 25 especies, 13 en peligro crítico de extinción; los cactus, con ocho en peligro crítico, las orquídeas que, de  268 especies evaluadas, 145 están en peligro crítico, el 54%.

Solo en el Bahoruco Oriental, amenazado por la Belfond que destruye cada segundo Loma Las Filipinas, hay más de cien especies endémicas amenazadas por la minería. 17  del género Lephantes, 31 orquídeas endémicas en total y más de 60 nativas todas amenazadas por la destrucción de su hábitat: el bosque nublado.

De cada cien plantas amenazadas, 30 son helechos. Una especie nueva, Goniopteris bahorucensis, y otra redescubierta, G. fuertessi, ambas endémicas del Bahoruco Oriental, y la última solo conocida de la cañada que esta destruyendo la Belfond. Varias especies nuevas para la ciencia han sido descritas para esa región en los últimos años.

Más de cien millones de plantas son traficadas en el mundo y sus poblaciones se han reducido un 62%. Los melones espinosos, las canelillas y Orquídeas silvestres, todas especies endémicas, únicas e insustituibles. Tesis de estudiantes, que financiadas con sus propios recursos, han investigado las poblaciones de algunas de estas especies confirman la tendencia global de disminución de poblaciones.

Si a este escenario de explotación minera, tráfico, tala para carbón y fuegos intencionales, le sumamos el cambio climático y un gobierno que solo responde con silencio y propaganda, nuestro futuro seguirá muy oscuro.