Gobernar sin luces
A medida que avanzan los días, se hace cada vez más evidente el derrotero difícil al que se está conduciendo el país. Pocas áreas de la vida nacional reflejan el impacto de ideas creativas, lógicas y técnicamente reconocibles.
Al amparo del convencimiento de que nada de cuanto se hizo en el país merece reconocimiento alguno, se ha montado una atmosfera de cambios supuestos, que a fuerza de modificaciones en las denominaciones de las instituciones y su correspondiente propaganda, ha devenido en un ineficaz como incapaz sistema de gobierno.
La agricultura en trance, el tránsito asfixiante, la salud en contrarreforma y sin rumbo, la economía estructuralmente entrampada, signada por una inflación que ahoga los bolsillos de la población con recorte del poder de adquisición de bienes y servicios.
La educación en el peor desafío de las últimas décadas, impactada duramente por la pandemia, pero también por los tumbos y retumbos de la administración, como la cuasi declaración del pasado año escolar de exitoso, aun con las escuelas cerradas y desmantelado el sistema de protección social al alumnado.
Lo de Punta Catalina y la tanda de apagones que sufre la población por la falta de planificación y la improvisación es un ejemplo más que irrefutable de que falta inteligencia en el gobierno.
El panorama no pinta bien, a pesar de los esfuerzos. Faltan luces en el gobierno y sinceridad frente a la población acerca de la realidad que vive.
Se percibe en los esfuerzos ya no sutiles de asegurar la alianza política, pero sin la reelección del Presidente, puesto a atajar para que el otro enlace.
¡Se apagan luces por doquier!
Espacio pagado
Quienes habitamos la Comunidad Ojalá sabemos que somos diferentes y nos alegra serlo.
Nuestros contenidos son útiles para comprender y mejorar la vida cotidiana. Están libres de publicidad. Los anima la curiosidad, el rigor y los financia la gente.
Únete. Participa. Haz un donativo.