El Rescate Rosado de flamencos en  hoteles, fincas y casas particulares fue noticia esta semana. Según Eladio Fernández, 350 flamencos fueron registrados en cautividad  en los referidos lugares. Lamentablemente, no son solo aves las víctimas de este atropello contra nuestra fauna.

El caso más conocido es el de los delfines en cautiverio en delfinarios de grandes hoteles. En 2021 nuestras fuentes llegaron a 83 delfines en hoteles del país. Todo esto en violación a las leyes de Medioambiente y Protección Animal.

De paso, mientras en todo el mundo la cultura del maltrato y crueldad contra los animales está en retirada, nuestras autoridades animan y favorecen las corridas de toros, la cacería y el cautiverio disfrazados de paisajismo y entretenimiento, pero que en realidad son parte de grandes negocios ante los cuales las autoridades hacen de la vista gorda.

La sociedad civil tiene que asumir la defensa del medio ambiente y los recursos naturales recaudando fondos, entrenando personal y haciendo alianzas  con instituciones locales e internacionales, lo cual está muy bien, pero la participación de los Ministerios oficiales es cada vez más accesoria y decorativa.

Es como para preguntarnos para qué sirve la autoridad del Estado. Qué se hace con los 94,000 millones que dijeron haber recaudado en el primer año. Qué se hace con el dinero de los permisos y licencias ambientales para la extracción de arena de los ríos y la minería si quienes tienen que hacer la tarea son oenegés y los fideicomisos ominosos.