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En el Diario Libre del lunes 19 de marzo de 2021, página 4, aparece una información dando cuenta de que la “falta de equipos, personal e insumos frena la operatividad del Hemocentro”, y que “en 2019 se entregó solo el 40% de la obra”, según el Director de dicha institución.

No conforme con lo anterior, empezó “por aclarar que lo que se entregó entonces (la vicepresidenta Margarita Cedeño), fue solo la obra gris y la mitad del personal, sin insumos”. Calcula que lo entregado fue el 40% de lo que abarca el Proyecto y que “la fase de prueba arrancaría este mismo año, entre mayo y junio con un plan piloto”.

Obra gris, en el lenguaje de los ingenieros, corresponde al planteo, zapata, puesta de blocks hasta el empañetado o sin él.

Al recibir la obra, junto a los periodistas, como ministro de Salud Pública, hice el recorrido por toda la obra entregada por la Vicepresidenta: pisos relucientes, bien pintada, electricidad, equipada adecuadamente, cuartos fríos, mobiliario, personal entrenado en el Hemocentro de Cataluña y en el país.

Guaguas, camiones y motores con sus logos, dos máquinas de plasmaféresis, un equipo Cobas, reactivos, discos duros, Plan de Apertura diseñado por Fases, que debió iniciar en octubre/noviembre con su stream mapping estableciendo hasta las horas.

Y solo pendiente de los convenios de gestión con las ARS y hospitales.

¿Obra gris? 40%. ¡Mejor aclarar el dislate!

 Y de paso, y sin haber arrancado el Hemocentro, aumentan la nómina un 53 % y han despedido parte de los recursos humanos ya entrenados para traer hasta a ginecólogos y cardiólogos.

Seamos sensatos. Dejemos ese hábito malsano que nos daña, de descalificarlo todo.