La ONU declaró el 22 de abril Día de la Tierra en 2009, aunque fue propuesto desde 1970 por el senador estadounidense Gaylord Nelson, para crear conciencia sobre los problemas ambientales del Planeta.

Podría usar el mismo texto del pasado año en este Día de la Tierra porque siguen sin resolver los mismos problemas, pero ahora más  graves.  En Pedernales, 14 millones de metros cuadrados de áreas protegidas de  manglar “apropiados” en Bucán Yé. En Monte Cristi le tocó a los de Estero Balsa rellenados por el Consorcio de Empresas Eléctricas. Y recordemos los seis km cuadrados en Laguna Saladilla por el famoso muro fronterizo.

Los manglares son los ecosistemas que más carbono capturan y que protegen la biodiversidad marino costera. En la COP 27 pasada nuestras autoridades anunciaron con fanfarria 40 millones para eficientizar el uso de agua en los arrozales y bajar las emisiones de metano, cuando los manglares son más eficientes para ambas cosas y pueden atraer mucha más inversión limpia solo por protegerlos.

Los fuegos han sido denunciados desde todo el país, pero la línea verde del Ministerio sólo funciona en horas laborables. Los más sentidos y atendidos fueron los del Parque José del Carmen Ramírez, Valle Nuevo, y Los Haitises. Los bomberos forestales homenajeados en palacio en acto hipócrita que debió ser extensivo a los brigadas y sobretodo acompañarlos de un aumento de sueldo y de la contratación de más personal.

Del agua hemos hablado todo el año y  la sequía estacional es agravada por la gestión favorable a las multinacionales y oligarcas mientras las comunidades del suroeste pierden vidas y cosechas porque les han robado el agua.

Mucho que lamentar y nada que celebrar en RD en este Día de la Tierra.

Ángela Guerrero
Bióloga. Botánica. UASD.