Crónica de un desastre anunciado

02-09-2023
Medioambiente | Quiero que sepas
Ojalá, República Dominicana
Compartir:
Compartir:

En octubre de 2022 llamamos barcazas de la muerte a las plantas termoeléctricas ubicadas en el río Ozama y la que se ubicó de manera subrepticia en Los Negros de Azua violando la Ley de Medio Ambiente. Desde entonces han ocurrido todo tipo de protestas contra las barcazas advirtiendo del daño que causarían.

Lamentablemente, tenemos un gobierno indolente de autoridades sordas que solo están ahí para favorecer sus negocios.
Desde 2015 la normativa internacional busca eliminar el uso de Bunker C en la generación de energía porque ese combustible es altamente contaminante.

Produce gases que afectan la calidad del aire esparciendo en la atmósfera plomo, azufre y el más peligroso de todos, el vanadio, que sólo es emitido en los gases producto del Bunker C.

Esos metales al ser respirados por las personas producen afecciones respiratorias e incluso pueden causar cáncer pulmonar. También las partículas suspendidas en el aire, al combinarse con el agua de lluvia, producen lluvia ácida, que es tóxica para para la biodiversidad y daña todo tipo de infraestructuras.

No fue suficiente la mortandad de peces y cangrejos de Junio; tampoco la represión y el sufrimiento de las comunidades de Azua; tampoco ha sido suficiente dejar a los pescadores sin sustento por la contaminación causada por los residuos y el calor de las barcazas.

Ahora es la trágica consecuencia de uno de los más terribles contaminantes, típico de los lugares donde se instalan estas barcazas de la muerte.