El último sábado de abril es el Día Nacional del Apicultor; así que hablemos de abejas.

Casi el 75 % de los cultivos mundiales de frutas y semillas dependen de los polinizadores cuya inmensa mayoría son especies silvestres; de ellas, más de 20, 000 son abejas y aportan el 35 % de la producción agrícola mundial, polinizando 87 de los 115 principales cultivos que alimentan al mundo.

Los polinizadores, en especial las abejas, prestan un servicio valorado en unos 153,000 millones de euros al año, en 2008, según científicos franceses y alemanes en Ecological Economics.

La producción anual (miel, cera y polen) del sector apícola español se estima en 62 millones de euros y la Comunidad Valenciana calculó el valor de sus servicios ecosistémicos en más de 400 millones de euros anuales.

La pérdida de polinizadores haría caer la producción global entre un 2.3% y un 10%. Salvar a las abejas  evitaría la pérdida de 577,000 millones de dólares en cultivos.

El cambio climático está impactando severamente a los insectos. Las poblaciones  de abejas y abejorros ha mermado 40%. Un tercio podrían desaparecer al terminar esta década, porque no se están  adaptando con rapidez a las altas temperaturas. Hoy en Estados Unidos hay un 50 % menos de probabilidad de ver un abejorro  que antes de 1974. Con las temperaturas en alza este porcentaje aumentaría en esta década.

En 2011, en nuestro país había unas 100 mil colmenas, 50 % eran rústicas. Había unos 4 mil apicultores organizados en unas 37 asociaciones. En 2012 se empezó a registrar la producción en tanques de 55 kg y se mantuvo por encima de los 24,000 hasta 2021; en 2022 cayó a sólo 6,312 tanques.

Esta drástica disminución de la producción no puede ser achacada al cambio climático; a este solo le caben la sequía y lluvias catastróficas. Las principales amenazas de los polinizadores en general en el país son: el abuso de plaguicidas en la agricultura, la deforestación y los incendios forestales. En la comunidad Ojalá recibimos denuncias de mortandad de abejas por plaguicidas en Loma Siete Picos; de comunidades del Sur y de la Línea, en Mao, y por los incendios desde Hato Mayor. Sea usted el jurado.

La pérdida de biodiversidad compromete cada vez más los resultados de las empresas e inversiones a nivel mundial y demuestra la interdependencia entre el medio rural y la actividad económica.