Confusión estratégica del Gobierno

08-10-2021
Quiero que sepas
Ojalá, República Dominicana
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La conducción de una situación compleja como la pandemia de la Covid 19 y sus implicaciones económicas, sociales y políticas precisan de un nivel mínimo de coherencia en la articulación de las acciones de respuesta.

Esa no ha sido la característica de la presente gestión. Los ejemplos sobran.

Vacunate-RD empezó con ímpetu envidiable, acelerado, entusiasta y que, como era de esperarse, despertó las ilusiones en la población dominicana.

Pero en medio de aquellas virtudes, el Gobierno trajo el tema de la “tercera dosis”, tan innecesario como incoherente, pues restaba importancia al objetivo principal e introdujo la desconfianza en amplios sectores de la población.

 Y siendo el objetivo lograr el 75% de cobertura de dos dosis el eje central de la política de prevención, la tercera dosis ha sido un gran mecanismo de distracción con pretensiones vanguardistas. Al día 7 de octubre 1,000,259 personas han recibido una dosis de Pfizer que orientadas a las dos dosis representan  hoy 500,130 personas doblemente inoculadas, 10% adicional a los 4,956,157 que ya tienen las dos dosis.

El año pasado el Gobierno aumentó el apoyo presupuestal a la salud con bombos y platillos. Pero acaba de someter al Congreso un Presupuesto 2022 con una reducción de los fondos asignados a salud. Sin comentar los focos de  aplicación de esos fondos.

El zigzagueo de las políticas de salud es más que evidente.

Ahora, como para reafirmar la desorientación de la gestión sanitaria, el Gobierno quiere vacunar a menores de 5-11 años, grupo etario con una morbi-letalidad bajísima por Covid 19. Y sin bases científicas concluyentes sobre su pertinencia y riesgos.

Bien ha hecho la Sociedad de Pediatría y otras más en ser prudentes.

Evidentemente, el Gobierno estuvo claro en el objetivo inicial de vacunar al 75% de la población dominicana, pero no supo ni sabe cuál estrategia seguir para alcanzar ese objetivo. Por eso se mueve como “baile de borracho”, al son de las redes y los grupos de presión.