Un nuevo parque nacional en Loma de los Siete Picos ha sido decretado por el presidente y está muy bien. La celebración, sin embargo, me la reservo para cuando el Ministerio ejecute lo que manda el decreto.

Para cuando todas las áreas protegidas tengan vigilancia y los guardaparques un salario digno, uniformes y zapatos adecuados.

Para cuando se les pague a las brigadas forestales todos los meses atrasados y no uno y dos, en un gobierno que ha despilfarrado miles de millones en propaganda y en un Ministerio que en su primer año se ufana de recaudar más de 90 mil millones y no hay dinero para saldar los salarios de las brigadas forestales que trabajan en la extinción de incendios.

Cuando haya provisión de fondos para ejecutar todos los planes de manejo, de control de incendios, de control de especies invasoras y no olvidemos la tan cacareada restauración de ecosistemas.

Cuando haya un presupuesto real y se ejecute como pautado sin desvestir un santo para vestir otro.

Celebraré cuando Loma Miranda también sea parque nacional.

Cuando la Sierra de Bahoruco, la Sierra de Neiba y la Sierra de la Cordillera Central dejen de estar bajo hacha y candela y sobre todo cuando la Belfond Enterprise deje de destruir Loma Las Filipinas en el Bahoruco Oriental.

Entonces podremos celebrar nuestro nuevo parque nacional porque estará verdaderamente protegido y no solo en el papel.